Pero bueno, tu salvador, tu guía, el tipo que te da cobijo, no
te ha dejado solo en todo esto. Si el bien equipado (tecnológicamente
hablando) refugio no fuera suficiente, nuestro querido amigo anónimo te
ha dejado su mejor juguetito. Una tableta con radar incorporado que tú
mismo manejarás gracias al Wii U GamePad. Y el uso tan sencillo, a la
par que cuidado, del mando de la consola es lo que más sorprende. La
gestión del inventario será sencilla (y en tiempo real, no existen las
pausas), así como la lectura de documentos e información que vayamos
encontrando. También nos permitirá, siempre que lleguemos a un banco de
carpintero, mejorar nuestras armas en tiempos de recarga, espacio para
munición o cadencia de disparo.

Pero todas estas mejoras se
perderán si nos infectan. No hay margen para el error. La pulsación del
botón R nos agiliza las batallas, ya que nos permite, como ya sucedía en
Resident Evil 4, realizar un giro de 180º y ver de forma inmediata lo
que sucede a nuestras espaldas. Quizás la mejor ayuda venga por parte
del radar que, con una simple pulsación de una esquina (todos los
botones de la táctil están muy bien colocados haciendo una interfaz muy
útil) nos marcará en el mapa cuántos seres pululan por ahí. Hemos dicho
seres, lo que incluye ratas y pájaros, además de zombis. Aunque esto no
nos librará de que alguno nos pille por sorpresa sin previo aviso.
También incluye un escáner que podremos manejar en tiempo real con el
sensor de movimientos girando sobre nosotros mismos o con los sticks.
Esto nos permitirá ver, a través de la realidad aumentada (dentro del
escenario del juego, no de nuestra casa) lugares y/u objetos de interés.
Las
dos grandes taras a las que hacemos frente en esta empresa vienen por
el apartado jugable y por el gráfico. No tiene sentido no poder
enfrentarnos a cada uno de nuestros antecesores muertos. Sólo podremos
recuperar lo que el último de ellos llevaba antes de morir. Si mueres
antes de recuperar la mochila del anterior, estás acabado. Todo el
progreso y todo tu botín se perderán con él. Como estrategia jugable
está bien planteada, pero hay situaciones que desbordan al jugador y que
le impiden pensar o actuar con claridad. Es en esas ocasiones donde
morir dos veces te deja absolutamente desprotegido. Por otro lado, el
nivel gráfico es muy variable. Los efectos de luz son muy buenos y las
zonas de oscuridad o el efecto ambiental que generan la linterna o la
luz del escáner rozan un nivel altísimo, pero el modelado de los zombis,
así como algunos de sus movimientos, dejan mucho que desear. Deberían
haberse pulido un poco más.
A nivel sonoro destacamos el doblaje
al castellano, tal como nos tiene acostumbrados la compañía gala, muy
útil para la estupenda ambientación y para tener los ojos fijos en la
acción en todo momento sin tener que depender de los subtítulos. También
nos habría gustado mayor posibilidad de guardado. La aventura sólo
guardará el progreso cuando nos vayamos a dormir a alguno de los
camastros repartidos por la ciudad o cuando hayamos muerto, lo que nos
impide abandonar la partida siempre que nos interese o, en el peor de
los casos, cuando se nos acabe la batería del mando.

Tú y cuántos más
Si
encuentras a algún chiflado que quiera embarcarse contigo en la
aventura… bueno, no somos quién para juzgar a nadie. Pero hay que estar
muy loco para eso. Literalmente. Tú estarás en el centro del escenario
luchando por tu vida contra oleadas de zombis mientras que tu amigo es
el perturbado que dirigirá a la horda de no-muertos contra las sabrosas
cachas de tu pesado culo. Será una experiencia… enriquecedora. En su
papel de Rey de los Muertos usará el Wii U GamePad para enviar sus
huestes contra ti, que deberás apañártelas con el mando de Wii. Míralo
por el lado positivo: tendrás un puntero con el que iluminar las
esquirlas de sus bonitos cráneos.
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