Plataformas y acción
Como comentamos anteriormente en la
introducción del título, la premisa de este Rocketbirds es muy clara:
afrontar las diferentes fases de plataformas del título con nuestro
“pollo” armado hasta los dientes. Es una mecánica jugable simple, pero a
la vez muy adictiva, pues vamos consiguiendo diferentes tipos de armas y
granadas mientras avanzamos. El principal problema de esto es que, a la
larga, el juego se vuelve bastante repetitivo en cuanto a
planteamiento, algo que no subsanan ni los nuevos escenarios ni los
enemigos, pues todos ellos cuentan con los mismos patrones de ataque,
independientemente del arma que lleven.

Y en estas partes,
cuando nos enfrentamos a los enemigos, es cuando nos hemos encontrado
algo “vendidos”, pues la jugabilidad no parece estar equilibrada del
todo. Y es que tendremos que enfrentarnos a los enemigos siempre de la
misma forma, es decir, intentar sorprenderles por la espalda en el caso
de que sean más de uno, porque si no nos enfrentaremos a un desafío
total con una más que posible muerte. Ni cubrirnos ni rodar por el suelo
nos servirán de nada, los enemigos nos acribillarán sin compasión
alguna, algo que pondrá de los nervios a los menos pacientes. El uso de los puzles
Para
amenizar un poco el juego y quizá no caer en ese tono repetitivo de
disparar y saltar sin ton ni son, se han añadido diferentes puzles a lo
largo de la aventura. Al principio serán muy básicos, como obtener
llaves que nos abran diferentes puertas o activar un botón que nos
obligará a acceder a la otra parte del nivel, a través del mismo
recorrido que hemos hecho. Al final de la aventura si contaremos con
grandes retos que nos harán pensar a la hora de seguir avanzando, aunque
ya casi será algo más anecdótico porque la acción es sin duda el
porcentaje más alto de la aventura, a lo largo de los 15 capítulos que
deberemos pasar para comentar el título.
Granadas especiales y vuelos
Al
igual que los puzles, las granadas ofrecen una variedad, como un toque
diferente a la hora de afrontar el juego. Por ejemplo, la variedad de
granadas más interesante viene de la mano de las granadas insecto, que
nos permitirán acabar con los enemigos ocupando su propio cuerpo, con la
posibilidad de controlarlos y hacer que se maten entre ellos. Incluso
formarán parte de los puzles, pues habrá zonas en las que nuestro
personaje no podrá entrar, por lo que deberemos usar a uno de los
enemigos.

Las zonas de vuelo serán más bien escasas, pero
aportan variedad y diversión mientras manejamos a nuestro protagonista
con su jet pack. La mecánica será simple, pero más divertida que si
acabamos con los enemigos a pie. Aún así, otro punto negativo es que
estas fases no estarán disponibles en el modo cooperativo, del que
debemos añadir que es bastante simple pero consigue hacer el título muy
rejugable, pues apenas podemos terminar la campaña nosotros solos en
unas siete horas.
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