Las experiencias de realidad virtual se están convirtiendo en un ocio que cada vez es más demandado por los usuarios. Por ello Zero Latency nos informa que ha superado las 500.000 partidas jugadas a nivel mundial en los 19 centros que hay ubicados en un total de nueve paÃses, incluyendo España y Portugal de la mano de la compañÃa española 7Fun. Con este nuevo dato, se refuerza como el lÃder en experiencias de realidad virtual multijugador en un entorno sin cables, siendo el centro situado en Madrid uno de los más populares del mundo.
Zero Latency es un concepto de juego innovador y profundamente inmersivo. Los jugadores son equipados con unas gafas de realidad virtual, auriculares, micrófonos, unas mochilas de estilo militar con un ordenador incorporado y la réplica de un arma simulada, que hace las veces de intuitivo mando de juego durante la partida. Los participantes se mueven libremente por un almacén vacÃo pero todo lo que ven y oyen es tan realista que les hace sumergirse de lleno en un mundo virtual donde todos sus movimientos reales son replicados en tiempo real.
En Europa, los derechos de explotación de Zero Latency pertenecen a la startup asturiana de entretenimiento y ocio 7Fun. El primer centro de realidad virtual de Europa se abrió a finales de 2016 en Madrid, donde ya más de 37.000 jugadores han experimentado la increÃble sensación de entrar en un entorno virtual y moverse con libertad por él. En total, se han completado más de 41.000 partidas, siendo el centro de Madrid uno de los más populares de todo el mundo.
A finales del año pasado, 7Fun abrió el segundo centro Zero Latency de Europa en Lisboa, Portugal, con una gran acogida. Desde diciembre de 2017, se han jugado más de 10.000 partidas en el espacio situado en el Centro Comercial Dolce Vita.
Las experiencias en Madrid
Madrid cuenta ya con cuatro experiencias diferentes: Singularity, Zombie Survival, Engineerium y Outbreak Origins. Todas ellas mezclan el mundo real y el digital a la perfección para que el jugador pueda experimentar de lleno la sensación de batir drones, matar zombies, adentrarse en un mundo boca abajo o comprobar los estragos que ha causado un virus mortal.