Según ha advertido la organización danesa Elsparefonden, dedicada a fomentar el ahorro de electricidad, en un estudio realizado en cooperación con el Instituto Tecnológico de Copenhague, el alto consumo eléctrico de las consolas de juegos puede representar, en el peor de los casos, un gasto extra de hasta 180 euros al mes (por cada consola), algo que no todos los consumidores tienen presentes al adquirir uno de estos productos. Según sus estudios, la palma del consumo se la lleva Xbox 360, la cual usa 159 watt durante un juego (demasiado según la Elsparefonden), siendo un consumo siete veces mayor que el de una GameCube. Para que el consumo sea menor, la organización danesa deja unos cuantos consejos:
* Desenchufar la consola cuando no sea usada (según ellos, la consola sigue consumiendo energía y representa un gasto de hasta 180 euros anuales en el caso de Xbox 360)
* Usar un dispositivo de desconexión automática que cerrará el flujo de corriente hacia el aparato cuando el televisor sea apagado.
* Usar la consola únicamente para jugar. Otras funciones, como ver películas en DVD, es conveniente utilizar un reproductor corriente (un reproductor normal consumiría de entre 10 a 20 watt para ver una película en DVD, mientras que una consola consumiría hasta 100 watt).