Bueno, después de ver al maestro X-Wolf, y ver q hay más gente q se anima a escribir, voy a vencer la timidez y les muestro esto q escribí hoy. Se admiten críticas constructivas de buen agrado.
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Hoy regrese a casa mirándolo todo. Miraba hipnotizada los árboles sucediéndose uno a uno, en el lento avance del invierno. Sus copas mostraban todos los colores, sus hojas bordeadas de marrón, en infinitos matices del amarillo, dorado…y algunos trazos de verde de la vida que todavía se aferraba a ellas. Caían de una en una, en lento morir arrastradas por el aire lejos del árbol que les dio soporte, olvidadas ya en su caída. Los gorriones barrían las calles en un intento de encontrar comida, hinchadas sus plumas por el viento cortante. Cuántos de ellos morirían durante el invierno por el frío y el hambre… Los árboles se mostraban cada vez más desnudos según me acercaba a casa, cada vez más fríos. Los álamos se elevaban sus ramas vacías en inacabable avance, erguidos hacia el cielo, quien sabe si hacia Dios… Lo único que mostraba vida era la suave alfombra verde que cubría los pastos, imperturbable su crecimiento ante las heladas. El invierno llegaba dando paso a la muerte, borrando todo rastro de vida, de esperanza… Lo único que podía oír era el viento sacudiendo las ramas vacías y el retumbar de mis pensamientos. El silencio, tan olvidado en nuestro tiempo por el ajetreado ritmo de vida que marcamos sin pensar en las consecuencias. Me encontraba presa entre la alegría que me da el amor a mi tierra, mirando las nubes cada vez más bajas y densas que anunciaban sin duda la nieve cercana, y el vacío al que da paso la muerte, la soledad que se produce tras la barrera infranqueable. Y vi entre todos al majestuoso cedro q se alzaba contra el horizonte. Sus ramas verdes eran un contraste de vida retenida, sin que el avance del invierno arrancara ni una de sus suaves agujas. Sus ramas me revolvían el pelo al pasar bajo ellas. Y lo vi, y lo entendí, como solo se puede entender las cosas, sin palabras, solo la emoción que susurra el alma. Me vi en medio del invierno de mi vida, rodeada de muerte, afrontando la soledad y el frío a que siguen los largos meses del invierno. Me vi esperando la llegada de la tardía primavera, el regreso de la tierna vida a mis ramas, esperando, esperando…
Yo también espero que vuelva a mí la primavera. [/color]