[color=navy]Hoy he escuchado hablar al ciclista Francisco García Morillas, integrante del equipo Universidad Politécnica de Valencia, que se cayó a tres kilómetros de la meta hace dos meses con tan mala suerte que se golpeó fuertemente contra el "quitamiedos" [o "guardarrail"], y literalmente, perdió la pierna derecha. La perdió, fuera pierna, al instante, de un tajo.
A este hombre le ha cambiado la vida. Se dedicaba al ciclismo y pierde una pierna. Ni siquiera ahora puede ayudar a su padre con la recogida de fresas... no puede hacer nada. Dice que los momentos que pasó fueron claustrofobicos, los peores que se pudo haber imaginado nunca.
El periodista que le hizo la entrevista, Jose Ramón de la Morena, le preguntó lo siguiente: ¿Ahora, 2 meses despues... te duele algo?
a lo que él respondió... sí, un poco la pierna... y el alma.
Sin enmbargo, dos meses despues, ya pedalea. Con la otra pierna, pero pedalea, y piensa pedalear con las dos cuando le pongan la prótesis y correr en carreras profesionales. Eso sí es coraje y superación y un aplauso por mi parte.[/color]
Mi reflexión para vosotros es:
¿Qué haríais si os faltara la parte del cuerpo de la cual dependiera vuestro futuro? ¿Cómo lo afrontaríais? y me refiero a niveles extremos, o sea, si te vas a dedicar a leer, perder los ojos, si te vas a dedicar a la natación, perder los brazos, si vas a ser catador de vinos, perder toda sensibilidad menos la vista... ¿Qué sería y cómo lo afrontaríais?