[quote]El gran desafío de Microsoft es que la nueva Xbox sea rentable
May 24, 2005 7:40 p.m.
Por Robert A. Guth
The Wall Street Journal
La Xbox 360 de Microsoft hará feliz a más de un usuario de videojuegos. Ahora le toca a Bryan Lee hacer que los inversionistas de Microsoft se sientan igual de contentos con la nueva consola.
Lee es el director general de finanzas de la división de hogar y entretenimiento de Microsoft, que incluye el negocio de videojuegos. Analistas dicen que desde 2000, la filial ha registrado US$4.000 millones en pérdidas operativas, gracias principalmente a la primera Xbox.
La nueva versión de la consola, la Xbox 360, presentada el 12 de mayo y que saldría al mercado a fines de este año, es la oportunidad de Lee para detener el desangre financiero. Pero la tarea no será fácil. El lanzamiento del nuevo modelo desató una larga y costosa batalla con Sony Corp., cuya consola PlayStation es la campeona. La semana pasada, Sony también anunció el lanzamiento de una nueva versión: la PlayStation 3, que saldrá a la venta en el segundo trimestre de 2006.
Lee, de 42 años, dice que su objetivo para la filial de videojuegos es sencillo. "Sony gana dinero. No hay razón por la cual nosotros no podamos hacer lo mismo", dice.
Su misión cobra especial importancia en momentos en que se desacelera el crecimiento de las franquicias centrales de Microsoft: Windows y Office. El precio de la acción del gigante de software ha permanecido estancado cuatro años y sigue 50% por debajo del nivel alcanzado durante el auge de Internet.
Microsoft lanzó la Xbox en 2001 como una de sus "apuestas a largo plazo" para diversificarse más allá del software de computadoras personales. Desde entonces, ha despachado unos 20 millones de unidades, menos de un cuarto de la cifra que Sony ha vendido de su PlayStation 2.
La filial de juegos reportó su primera ganancia operativa en el trimestre finalizado el 31 de diciembre, gracias al buen desempeño del juego Halo 2. Pero en el período siguiente el grupo volvió a registrar números rojos, aunque su pérdidas operativas se redujeron en un 26%.
Hijo de un pastor bautista de Missisippi, Lee trabajó 13 años como contador y experto en acuerdos en la filial cinematográfica de Sony. Se unió a Microsoft en 2000 para ayudar a trazar la estrategia para la Xbox y llegó a su actual cargo en 2002, cuando Steve Ballmer, presidente ejecutivo de Microsoft, instaló directores generales de finanzas en las siete grandes filiales de la compañía a fin de inyectar más rigor financiero en las operaciones diarias.
El grupo de videojuegos enfrenta un reto único, ya que tiene que fabricar el hardware de un dispositivo. Esto significa que tiene más en común con el supereficiente fabricante de computadoras Dell Inc. que con el resto de Microsoft.
Lee y su equipo han aprendido s escudriñar los costos de los componentes de la Xbox. Para la consola original, Microsoft confió en proveedores como Intel Corp. para sus componentes esenciales, una estrategia que ayudó a sacar la Xbox rápidamente al mercado, pero la dejó presa de las decisiones de precios de otras compañías. En contraste, Sony diseñó y fabricó sus propios chips para la Playstation 2 con un socio, ahorrando dinero.
Microsoft también juzgó erróneamente el impacto de incluir una unidad de disco en la consola, similar a las que guardan información en computadoras. Los precios de estas unidades no bajan con la misma rapidez que los precios de los chips. Para la Xbox 360, Microsoft decidió en 2003 diseñar el chip principal en sociedad con International Business Machines Corp.
Lee, que impuso estrictos objetivos de ventas, ingresos y ganancias para la vida de la Xbox 360, ha influido en la estrategia de desarrollo de juegos. La creación de títulos propios no funcionó muy bien con la Xbox original, así que Lee lideró el año pasado una controvertida decisión de recortar el desarrollo interno de juegos.
Ahora, Microsoft promueve títulos para la Xbox 360 de fabricantes como Electronic Arts Inc. y Square Enix Co., de Japón, que recientemente accedió a poner el popular juego Final Fantasy en la Xbox 360. Ballmer dice estar convencido de que la nueva máquina traerá "un cambio significativo a la rentabilidad". Lee siente la presión. Se imagina una escena en la que dice a Ballmer que la Xbox 360 no ganará dinero. "Después de eso, me despide".