Antologia de Cuentos de los usuarios
Hola, que les parece si aqui voy armando un libro con todos los cuentos que vayamos escribiendo, estan ordenados alfabeticamente por autor a ver si algun dia lo publicamos!!

Anital

Nuevos amaneceres
Marcelo era un jonen que vivía en un lugar muy especial, en un lugar donde aún se podía escuchar el cantar de los ángeles, sin embargo estaba siempre triste, su vida tenía un gran vacio que no le permitía sonreir, un día se percató de que en su interior había una voz que le llamaba y le pedía que le dejase salir, pero el la cubria con palabras que justificaban su comportamiento.
Así pues, dejo de escucharse esa voz que se hacía frajil; pero una noche fría y tormentosa Marcelo se quedó solo en su hogar y en medio de la oscuridad, se comenzó a formar una espantosa figura de un hobre bestido de negro, Malcelo no lo pidía creer estaba frente a él Auriga el señor oscuro, y con su poder hacercó a Marcelo hacía él, le miró y sonriendo tiranamente, le tumbó al piso y con sus manos le arrancó aquella voz guardada, dejando inconciente a Marcelo.
Cuando este despertó se encontro rodeado de niños, en medio del campo, que comían caramenlos y cacahuates, y uno de ellos le pregunto, poqué se encontraba en este lugar el solo, ante tal pregunta Marcelo se quedó inmutado, serio sin mostrar un minimo de felicidad hacia los niños. Se levantó y sin rumbo fijo comenzó a caminar, tanto fué así que ni el agua de la lluvia y el fuerte viento logró parale.
Sin embargo, apareció una joven llamada Christ, cuando la vió su corazón comenzó a latir rapidametne, pero había algo que le mantenía alejado de ella. Christ se acercó, le miró y con una sonrisa le dijo -Así que Auriga te arrebató tu alma... que pena... pero es por tu culpa, al no escucharla te has quedado sin ella- Marcelo no lo podía creer, había sido tan poco humano que él mismo se dejo perder en el camino.
Esa tarde salió hacia Tholos la cuidad del malvado, pero al llegar se encontro que el reino estaba rodeado de un circulo de fuego, y al ver que no podría pasar, convocó a los espiritus superiores para que le ayudaran y como un mandamiento, apareció una gran nuve que descargó sobre este lugar gran cantidad de agua, Marello corrió y antes de llegar a las puertas, estas ya se habían abierto.
De la nada apareció Auriga, quien comenzó a lanzar hechizos contra este, sin embargo, la pasión que Marcelo tenía guardado en su corazón, le había hecho recordar a Christ, provocando que las puertas del castillos se abrieran y arrojaran a Auriga en su interior, cerrandose asi las puertas. Sin embargo, Marcelo estaba triste, pues no había recuperado su alma, pero un ángel bajo del cielo y tocandole el pecho le dijo -en realidad Auriga nunca se apoderó de tu alma, pues siempre la llevaste con tigo, es solo que te olvidaste de que la tenías- y saliendo de su mano un rayo de luz ilumino el cuerpo de Marcelo.
Asi pues, era el inicio de una nueva vida... Pero no el fin para acabar con Auriga, quien en el fondo del infierno planeaba ya su proxima venganza contra este.

NO TODO ES LO QUE ES
Corrían los años 50, la gente vivía momentos de cambios reivindicativos, pero aún así existían muchos tabúes…
Alexia, era una bióloga que trabajaba en una investigación acerca de los ornitorrincos, hace mas de tres años que trabajaba duramente y un día sin mas, llego su jefe y le dijo:
-Alexia, es difícil decirte esto, pero… quiero que te marches de la investigación…-
Ella no podía creerlo, pues después de tantos años de anhelo y esfuerzo, sus objetivos se veían truncados por una sola cosa, ser lesbiana. Al escuchar esto ella tan solo salio de la oficina y se dirigió hacia su habitación, aquello seria una cicatriz que nunca cerraría, porque había dejado parte de su vida en aquel lugar que tanto quería y sin poder resistir más calló al suelo y rompió a llorar.
Esa misma tarde comenzó a hacer sus maletas, y casi cuando estaba terminando, alguien toco la puerta, Alexia se acerco y al abrirla se encontró con Beatriz, una chica matemática que vivía en aquel lugar, esta la abrazo y la beso, pero al ver que Alexia n respondía de la misma manera dijo mirando las maletas:
-¿qué, ya no sientes lo mismo por mi, otra vez?… o ¿es qué te ibas a ir sin decirme nada?-
-¡No!, no te iba a dejar, es solo que me han echado del trabajo- dijo angustiada Alexia
-y ¿cuándo pensabas decírmelo?, cuando ya estuvieras en Miami… ¡puta!...- al decir esto Beatriz sacó un anillo del bolsillo y se lo aventó, dio la vuelta y se fue.
Alexia se quedó sola, mirando como se iba el amor de su vida y escuchando el sonido de una felicidad rota por la ira.
Esa noche tomo su vuelo para regresar a Miami, el tiempo que tardo en el avión se le hizo eterno y tan solo recordaba aquellos momentos tan maravillosos que vivió. Al llegar, tomo sus maleas y se dirigió hacia el metro, tenía tantas ganas de ver a su madre y de contarle tantas cosas… pero cuando llegó se encontró con una cara de su médico, al abrirla, esta contenía lo siguiente:
Estimada señora Alexia, por medio de esta carta le hacemos saber con la mayor rapidez de que su madre Abelinda Ramírez Vázquez, se encuentra hospitalizada en el centro Buenaventura y su estado es muy grave. Le rogamos se comunique rápidamente con su médico de cabecera. ATTE: Doctor Pérez.
Inmediatamente, Alexia salió hacia el Hospital, al llegar preguntó por el doctor y la enfermera le indico por dónde tenía que ir, al llegar, comenzó a preguntar por su madre, pero el medico le dijo que esta había muerto ya, que al principio le subministraban un placebo, pero que era inútil salvarla de ese destino tan fatídico. Alexia no podía creerlo, tres años y nadie le había dicho nada acerca de la muerte de su madre, sintió unas ganas morirse junto con ella, pero sabía que aún no era su final.
Pasaron dos años, en los que Alexia no hacía nada, pero un día se presentó alguien, tocaron a su puerta y esta abrió, al mirar la cara de esa persona, su rostro se lleno de odio y al mismo tiempo pasión, era Beatriz, cuando esta vio a Alexia, intento besarla, pero se negó y dijo:
-¿para qué has venido?, a ver lo infeliz que soy- Beatriz intento hablar, pero esta continuó -que ironía, tú aquí en mi casa, con flores en la mano… como la primera vez- Beatriz respondió -me equivoqué y te amo- pero Alexia no lo creía -porque no dices que vienes por el sexo y no por el amor- Beatriz no supo que decir y ante esto Alexia le cerro las puertas, rompiendo con lo que una vez fue su vida, para comenzar otra de nuevo.



Anticumbieros

Sin titulo
El final está cada vez mas cerca, y yo aquí, como un tonto, en la más profunda soledad espero en silencio a mi parca, a mi destino último; a mi muerte.
Me encuentro en el centro de una enorme multitud retardada, que hacen circulo a mi alrededor, señalándome y burlándose de mi desgracia; irónicamente, de todos ellos, yo soy el mas afortunado, porque se como y donde voy a morir, y se que es aquello es apenas una molestia comparado con la implosión colectiva que cada persona del mundo sufrirá en apenas unos minutos.
Durante la tercera guerra mundial, por culpa de dos imbéciles con poder, las explosiones nucleares llegaron al límite de arrasar cada rincón de la tierra. Como producto de ello, todos los humanos sufrieron de una amplia gama de anomalías que acabarían con sus vidas en un corto periodo de tiempo.
Los científicos del mundo, desde matemáticos expertos con poco para aportar hasta los biólogos mediocres con ideas locas y arriesgadas, anhelaban encontrar una cura con completa desesperación; pero para eso, necesitaban un humano infectado, talvez varios: necesitaban conejillos de india. Por amor la humanidad, me ofrecí para esa labor; las innumerables anomalías provocadas por la radiación habían desaparecido de mi organismo cuando se me inyectó un raro suero hecho a base de la medula de un ornitorrinco. Los descubridores del suero avisaron a los medios para que estos comuniquen al mundo entero que la cura había sido encontrada y que sus vidas serian salvadas.
Luego de una producción masiva de este suero y de la extinción absoluta de las bestias de donde se conseguía dicha cura, los efectos secundarios comenzaban a salir a la luz: primero, comencé a padecer de labio leporino, mis costillas habían empezado a contraerse hacia mi corazón, comencé a perder el color de mi piel y, tanto mis ligamentos como mis tendones, comenzaron a endurecerse y a dificultar mi movimiento. Al día siguiente, ya no poseía labios: mis encías y dientes estaban al descubierto, mi cuerpo entero se había minimizado a la triste altura de un metro con treinta centímetros; mi piel se desprendía de mi cuerpo dejando debajo a mis músculos al descubierto; casi todo mis sistema digestivo se había comprimido y acumulado en mi pecho; mis brazos y piernas se deformaron de tal forma que pasaron a tener una articulación felina y salvaje. Una semana más tarde, mi sexo había desaparecido por completo.
Los hombres de ciencia se alarmaron con la noticia de mi transformación, el suero que habían creado transformaría a los humanos en seres horrendos, incapaces de reproducirse y condenados a la extinción. No serian capaces de difundir una pseudo-cura a toda la humanidad, sabiendo en que se transformarían y a que destino los estaría condenando; sin embargo, ya el mundo entero contaba con una cura para sus anomalías internas, y el tiempo escaseaba, ya que dentro de varias horas cada hombre, mujer y niño sobre la tierra sufriría de una implosión en su cuerpo, y morirían agónicamente, de una forma repugnante y llena de dolor. La única opción posible, era cambiar la “curaâ€