Quién quiere ser James Bond cuando puede jugar como Sam Fisher.
Durante tres largos años y algún que otro cambio de rumbo, Ubisoft nos ofrece la que pueda ser su obra maestra en lo referente a la saga Splinter Cell. Un Sam Fisher más rudo y despiadado hace aparición en esta quinta entrega, donde ya fuera de la organización Third Echelon intenta encontrar una explicación a la muerte de su hija removiendo cielo y tierra en busca del culpable.
NUEVA HISTORIA.
Hace ya ocho años de la aparición de aquel entrañable Splinter Cell que tan buena acogida recibió entre el público en general, siendo a su vez premiado con multitud de críticas positivas, resultando toda una innovación en el mundo de los video-juegos para aquel entonces. Introduciéndonos de lleno en el mundo del espionaje Sam Fisher nos demostró que no hace falta entrar como “un elefante en una cacharrería”, disparando a diestro y siniestro, para terminar de manera eficaz con nuestros enemigos, sino mas bien desde una perspectiva diferente y haciendo uso de toda nuestra maña en vez de nuestra fuerza, devanándonos literalmente los sesos podríamos conseguir todo lo que nos propusiésemos.
Por supuesto todo ello sin alardes, siempre desde el oscuro mundo de las sombras, siendo como un fantasma en la noche, un auténtico espía dotado de infinidad de armas y elementos electrónicos de última generación a nuestro servicio, con el que solucionar las mas intrincadas y difíciles situaciones. Tras varias misiones completadas por nuestro querido espía, cuatro entregas hasta la fecha, Splinter Cell, Pandora Tomorrow, Chaos Theory y Double Agent la cosa clamaba al cielo por un lavado de cara, pidiendo a gritos alguna que otra innovación de importancia que le diera un nuevo enfoque, atrapando así no solo a sus más acérrimos seguidores, sino más bien fijando el punto de mira en atraer al jugador novato en lo referente a esta modalidad de juego que busque algo de acción con un toque personal diferente.
Ahora sin ninguna duda estaremos ante el Sam Fisher más agresivo y letal de todos los anteriores, mezclando luces y sombras nuestro héroe ya no necesitara de valerse de su capacidad de mimetización con el entorno para hacerse invisible y fulminar letalmente a sus enemigos, en esta ocasión y valiéndose de todo su arrojo podremos enfrentarnos con nuestros atacantes a cara descubierta dándole una fluidez inusitada a la acción que no dejara indiferente a nadie.
LA SANGRE DE MI HIJA CLAMA VENGANZA.
Como ya hemos mencionado Sam hace ya tres años que ha dejado la agencia para vivir libremente, pero un nuevo giro de los acontecimientos hará que quiera volver por sus fueros para poder localizar al causante real de la inesperada muerte de su hija. Ahí comenzara todo, concluyendo ni más ni menos que en la Casa Blanca once misiones más tarde, misiones de lo más variopintas que nos llevaran desde liarla en una feria, hasta una trepidante persecución a pie en pleno monumento a Washington. Tras perder a su hija y tener que eliminar a su amigo en la entrega anterior, nuestro personaje descubrirá por fin que le deparara el futuro, siendo participe de una conspiración a gran escala en la cual están implicados más de un alto cargo del gobierno Estadounidense, amigos o enemigos, no hasta los últimos compases descubriremos a quien le corresponde cada termino.
