Diablo IV: Vessel of Hatred

PC, PlayStation 4, Xbox One, PlayStation5, Xbox Series
8.0
Diablo IV: Vessel of Hatred 10 TodoJuegos
Publicado el 28-01-2025 a las 23:50 Página 1 de 3   >>   
Autor: Daniel "Sakuya" Hernández

Lilith solo era el principio de la pesadilla.

Diablo es una de las franquicias más conocidas del RPG occidental, una de esas sagas que con solo cuatro entregas ya tiene una enorme legion de fans que esperan ansiosos el lanzamiento de nuevas entregas o en su defecto, contenido adicional que prolongue las horas de juego. No hace mucho os traje que me pareció Diablo IV, uno de los RPG más destacados a los que pude jugar en 2024 y ahora me adentro en lo que nos ofrece la primera y gran expansión del título y que nos trae la continuación de nuestras aventuras vividas en Santuario con una nueva clase con la que dar buena cuenta de los demonios y como era de esperar una nueva región que les sonará a los seguidores de la saga.

El enorme peso del odio

Cabe destacar que la historia de Diablo IV: Vessel of Hatred ocurre justo después del final del juego principal por lo que ya te adelanto que si no has terminado la campaña se viene una buena dosis de spoilers sobre el final, yo ya he avisado, la decisión de seguir leyendo sobre la historia queda bajo tu responsabilidad.

El final de Diablo IV no podía ser más abierto y dejar claras las intenciones por parte del estudio de seguir con la historia. Después de conseguir derrotar a Lilith y frustrar su plan de absorber a su padre Mephisto parece que todo se había solucionado en Santuario, pero nada más lejos de la realidad ya que Mephisto parecía siempre ir un paso por delante de nuestros protagonistas y consiguió no ser absorbido por su hija dándose una nueva oportunidad para sus planes.

Aunque no fue absorbido por Lilith, si es cierto que no es del todo libre ya que Neyrelle lo encerró en la Piedra del Alma que en un principio había sido preparada para contener a Lilith, lejos de buscar ayuda de personas más sabias que ella, la joven se marchó junto con la piedra dándose a ella misma la misión de acabar con el poderoso demonio, una misión que la está consumiendo poco a poco hacia un final funesto.

Con la intención de acabar con Mephisto, la muchacha se embarca en un viaje que la llevará hasta la región de Nahantu, con la esperanza de que allí pueda acabar con el Señor del Odio de una vez por todas mientras que el demonio va poco a poco socavando no solo su voluntad si no también su alma. Con la intención de ayudarla, nuestro personaje se embarcará en un viaje en busca de Neyrelle y con suerte poner fin de una vez por todas a este capítulo.


Se agradece que la historia sea verdaderamente continuista respecto a la entrega principal, da una buena sensación de continuidad, aunque si es cierto que a medida que avanzamos, pero también cuando la terminamos estamos casi seguros que no es el final de lo que ocurrirá en Santuario, solo queda saber si todo seguirá en otra nueva expansión o por el contrario será el pie que dé comienzo a Diablo V.

Caratula

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