Warhammer 40.000: Gladius - Relics of War: Tiránidos

PC
Publicado el 28-02-2019 a las 21:31
Autor: Alejandro "Sandor" Dobeson

La Mente Enjambre se abre camino por todo lo alto en Gladius.

Evolucionados para matar

Ya cuando analizamos Warhammer 40.000: Gladius, echamos en falta alguna que otra raza. Y es que aunque contar ya con necrones, guardia imperial, marines especiales y orkoz es sin duda atractivo, al título de Slitherine le hacía falta algo más. Ahora gracias a la magia del DLC tenemos disponible una nueva raza para conquistar Gladius, los temibles tiránidos.

Estos alienígenas clásicos, primos hermanos del Alien de Ridley Scott o los Zerg, se juegan de una manera muy particular, tanto en el tablero, como en esta adaptación digital. La idea es que los tiránidos no tienen individualidad, siendo siempre controlados por la Mente Colmena. Su objetivo es consumir todos los planetas que encuentran, extendiendo su enjambre por toda la galaxia. Esta forma de actuar tan caótica se traduce en que, si bien tendremos ciudades como  con el resto de facciones, estaremos más limitados a la hora de basar nuestra economía en ellas. Por suerte, los tres recursos que solemos necesitar en nuestras partidas de Gladius se reducen a dos, no teniendo que tener que preocuparnos de obtener energía, ya que es totalmente sustituida por la influencia.

De esta forma, el ejercito de los tiránidos, si bien tiene un comienzo algo lento (como todas las razas), puede acabar subsistiendo a base de consumir casillas, dejándolas inútiles para el resto de facciones a la vez que obtiene montones de biomasa (el único recurso "fabricable") e influencia. No obstante, tendremos que tener cuidado  de no dispersar mucho a nuestro ejército, ya que cuanto más lejos estén nuestras unidades, más débil es su conexión con la Mente Colmena, provocando que sucumban a sus instintos naturales y acaben actuando de formas inapropiadas, ya sea combatiendo por debajo de sus posibilidades, o directamente, hiriéndose a sí mismos.

A nivel técnico, el ejercito es perfectamente reconocible en cuanto hagamos zoom, pudiendo disfrutar de toda la gloria de los termagantes, hormagantes, progenies, guerreros tiránidos... obviamente, las mejores figuras están reservadas para los héroes y demás criaturas singulares del ejercito, como los cárnifex, y cabe decir que es muy satisfactorio acabar con una horda que acabe arrasando todo a su paso, si bien el juego sigue limitado por su propio ritmo por turnos.



Un añadido entretenido

En resumen, Warhammer 40,000: Gladius recibe, gracias a esta pequeña expansión, un montón de horas de entretenimiento y mucha variedad, ya que disfrutaremos de estos tiránidos tanto siendo los amos de esos increibles y gargantuescos cárnifex o tiránidos de enjambre, como añadiendolos a nuestros enemigos en nuestras partidas. La verdad, merece la pena.