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Goku y sus amigos se preparan para desembarcar nuevamente en Play Station 2 y cautivar a todos los fans del genial Akira Toriyama. El juego aun no ha salido y muchos ya le han puesto la etiqueta de “mejor juego de Dragon Ball jamás creado”.
Cada vez que empiezo un artículo sobre Dragon Ball se me viene a la cabeza todo lo que puedo escribir sobre la obra de Akira Toriyama. Serían páginas, páginas repletas de información y de recuerdos. Como no queremos aburrir al lector, y tampoco nos interesa repetir una información que todos los fans de la saga conocen, simplemente vamos a decir que Dragon Ball es una serie manga creada por Akira Toriyama. También contó con una serie anime que salió en televisión (todos la conocemos). Gracias al anime de Dragon Ball el manga japonés comenzó a popularizarse en nuestro país, quizá fue la llave que abrió la puerta de millares de obras que hoy se comercializan en España con gran éxito. El boom de la animación japonesa es más que palpable, se unen al creciente cine de terror proveniente del País del sol naciente que tan de moda está actualmente.
Los videojuegos y el manga siempre han llegado a tener buenas relaciones. Los famosos juegos de Namco de la saga Tales of… han contado con diseños y trazados muy parecidos a los de las series anime. Mangas importantes también han tenido sus representaciones videojueguiles; Dragon Ball es uno de ellos. Actualmente han aumentado mucho estos videojuegos. Series como Naruto, Saint Seya o Nadia y el Misterio de la Piedra Azul ya tienen su videojuego propio.
La irrupción de Dragon Ball en el mundo de los videojuegos no dejó indiferente a nadie. Todos recordarán el magnífico Super Butoden para Super Nintendo o el decepcionante Dragon Ball Z: Hyper Dimensions (también para la 16 bits de Nintendo). También muchos seguirán hoy en día idolatrando al mítico Dragon Ball Legends para Sega Saturn (que hasta ahora tiene la etiqueta del mejor de la saga).
El paso a las tres dimensiones llegó con entusiasmo pero con tropezón. Los aciertos de Dragon Ball Final Bout (posibilidad de contraatacar magias por ejemplo) se vieron totalmente eclipsados por la lentitud exasperante de las batallas y los personajes. Juegos de la misma plataforma- Play Station- lo dejaron en pañales en un "tris tras".
Pero por fin llegó Play Station 2, y con ella una nueva esperanza para los fans. Tras palidecer los estragos del infumable Ultimate Battle 22 y el discreto Final Bout, Atari anunció un acuerdo para publicar juegos basados en Dragon Ball. Gracias a ese contrato apareció Dragon Ball Z: Budokai. El juego tenía diversas carencias y un apartado tridimensional bastante sencillote, pero lo cierto es que logró crear una buena base para futuras entregas. Así nació Budokai 2, con un magnífico apartado gráfico en Cell-Shading (con lo que se consiguió un acercamiento notorio a la estética del anime) y una jugabilidad que no enmendaba los errores de la primera parte. Sin embargo llegó Budokai III y convenció. Los errores más grandes se remendaron, el apartado gráfico se potenció y la fluidez de los combates aumentó. Ya no era un juego "solo para fans", los no fans seguro que también podían disfrutarlo. Aun así seguían faltando cosas como el vuelo libre (tan importante en la serie).
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