Naughty Bear - Panic in Paradise

Aviso a los osos presentes: esconderos bien, se ha abierto de nuevo la veda, Malote, ha vuelto.

¿Recordáis a Malote?, si hombre, aquel osito de peluche, no tan adorable como pueda parecer, que se dedicaba a asesinar sin ningún tipo de piedad a todo semejante que se le cruzara. ¿Os acordáis de él?, pues está de nuevo entre nosotros, los chicos de beHAVIOUR nos lo trae de nuevo, para no dejar  oso con relleno de plumas y algodón. En su segunda aparición en nuestras videoconsolas, viene cargadito de novedades y dispuesto a acabar con los errores de la primera entrega, a base de machetazos.

Peluches con malas pulgas

Lo primero que llama la atención nada más poner el juego es la ambientación. La atmósfera tensa que se respira, la violencia presente, antes inclusive de pulsar por primera vez el botón start, lo convierte en un juego no apto para todos los públicos. Esta vez, algún listillo ha decido no invitar a Malote a unas vacaciones de ensueño en una isla paradisíaca. Antes de comenzar nuestra particular venganza, por semejante osadía, se  nos mostrará el rol de cada oso que cazaremos sin piedad, uno tras otro, hasta llegar al verdadero culpable de la exclusión de Malote.

A lo largo y ancho de once localizaciones distintas, iremos desatando nuestro más oscuro sadismo hacia nuestros semejantes. A la hora de realizar nuestra tarea, podremos ser sutiles cual Agente 47, o sembrar el caos sin ninguna piedad al más puro estilo de Jason Voorhees, Leatherface, Ghostface o cualquier maníaco de cine, libros o  mismamente videojuegos que se os vengan a la mente. Una vez detallado el objetivo, empezaremos el nivel, casi siempre oculto en el “bosque” o detrás de algún objeto. Para ser más concienzudos en nuestro trabajo, podremos observar tranquilamente los movimientos de  nuestras víctimas e irlos matando uno por uno. O podremos optar por el camuflaje y actuar con sigilo, pero ojo, con esto no quiero decir que si actúas con sigilo, no puedas matar osos, al contrario, también podrás, todo dependerá de si te ven o  no.

Para llevar a cabo nuestros brutales asesinatos podremos optar entre más de treinta armas distintas de todo tipo, machetes, botellas, sables,  hachas, herramientas de trabajo o casi cualquier tipo de objeto que se os venga a la mente. Cada arma contará con tres tipos de ejecuciones propias, lo cual hará más divertido ver cuál usamos en cada momento. Otra alternativa a usar armas es hacer  que los osos enloquezcan para que se suiciden. Esto lo conseguiremos asustándolos, haciendo que vean los cadáveres de sus amigos o rugiendo desde el bosque. Pero, sin lugar a dudas, las más espectaculares y salvajes serán las muerte que realizaremos con disintos objetos del escenario, desde la clásica y sencilla “barbacoa” osuna en un  hoguera, hasta tirar un oso a un recipiente enorme de ácido, ahogarlos en un váter, o electrocutarlos, serán tan sólo una pequeña muestra de las amplias posibilidades que nos darán los distintos escenarios.  

Novedades osunas

El juego viene cargado de novedades respecto a la primera entrega. La más importante de todas, ya que influye a nivel jugable, son los toques de RPG con los cuales han dotado al juego. Malote, conforme vaya eliminando osos y cumpliendo objetivos, irá ganando experiencia para subir niveles. Cada vez que subamos un nivel algunos de los seis atributos aumentarán. También será determinante los objetos u ropas que decidamos elegir antes de empezar la caza ya que, cada objeto  tiene unas características propias que aumentarán, o disminuirán nuestros atributos, unos nos permitirán a nuestras anchas entre nuestras víctimas sin levantar sospechas, otros aumentarán (o disminuirán) nuestra vida, resistencia o cualquiera de los atributos disponibles . Desde un tanga dorado, a una máscara con la cara de otro oso, tendremos más de cien objetos distintos con los que equipar a Malote.