Las unidades a rango atacan a distancia. Cada sÃmbolo es efectivo contra otro sÃmbolo formando un triángulo: Escudo eficaz contra rango. Espada eficaz contra escudo. Arco eficaz contra espada. Sin embargo, los héroes rompen el triángulo. Hay héroes a rango, cuerpo a cuerpo. Son extremadamente poderosos y valiosos. Otro elemento importante se basa en los niveles de tecnologÃa. Puede que el triángulo también se rompa si enfrentamos unidades de niveles distintos. Además, cada raza tiene su propio estilo de juego: los Forjados en la Tormenta por ejemplo son una facción equilibrada. Los DiscÃpulos de Tzeench tienen habilidades y hechizos muy poderosos.
Hablemos de las mejoras. Ya hemos comentado que la microgestión, es decir, realizar muchas tareas con pocas unidades es vital en este juego. Parte de esa son las mejoras y habilidades. En el punto de Encuentro mediante Piedra del Hogar podremos desarrollar diversas para las unidades y puntos arcanos. Las habilidades pueden influir de manera decisiva en el campo de batalla. Una carga a tiempo contra una vanguardia o retaguardia enemiga puede ser decisiva para la victoria. Algunas unidades como los Aulladores de Tzeench pueden volar y atravesar el campo de batalla rápidamente esquivando obstáculos. Incluso pueden aterrizar desorganizando una formación enemiga. Cada habilidad tiene un coste relativamente elevado de Dominio o Piedra del Hogar por lo que debemos tener cuidado y no abusar de las habilidades.
Al igual que en esos juegos que no hace falta nombrar más, nuestras unidades pueden retirarse con una orden hacia la base, donde la mayorÃa recuperan vida y miembros de su escuadra. A pesar de las interesantes mecánicas del juego no podemos dejar de mencionar algunos fallos. En primer lugar, el juego tiene por defecto el movimiento normal de nuestras unidades sin atacar al enemigo. Podemos cambiarlo a mover y atacar con una tecla para que si encuentran enemigos en camino los ataquen. Cada unidad parece tener un rango de interceptación. Sin embargo, para nuestra sorpresa en ocasiones a pesar de darles esa orden nuestras unidades o las del enemigo se cruzan tan cerca que podrÃan darse la mano, pero no se atacan, hay que repetir la orden.
Es un fallo inaceptable puesto que en medio de la batalla o con una buena emboscada ese fallo puede dar al traste con nuestro plan y la partida. Además, la IA tiende en este tipo de juegos a hostigarte en varias zonas a la vez, lo que requiere una reacción rápida e incluso dividir nuestras fuerzas algunas veces. En segundo lugar, hay ocasiones en que, si las unidades se acercan demasiado a una esquina de una colina, pared de roca o demás se quedan atrapadas, o incluso en el Punto de Encuentro.
El salvaje mundo de Ghur
Ya hemos comentado los principales aspectos (ya está bien con los puntos) en cuanto a la historia y jugabilidad respectivamente, es hora de pasar al aspecto gráfico y sonoro. En cuanto a los gráficos lo cierto es que Realms of Ruin ofrece unos paisajes bastante atractivos. Todo ello a pesar de su aspecto un tanto salvaje, ruinoso o incluso siniestro en ocasiones. Un buen trabajo sin duda, aunque no para sobresaliente en estos momentos. Por parte de los modelos, edificios y animaciones también son vistosos y bien trabajados, además de seguir en parte del lore del juego de mesa.
