Fuga a base de saltos y disparos láser.
El género de los plataformas vive una segunda juventud gracias a la escena independiente. TÃtulos que nos obligan a medir cada salto al milÃmetro o ser rápidos en movimiento, que castigan el más mÃnimo error y que nos recompensan con una satisfacción al superar un nivel imposible. Es un género exigente, diseñado para poner a prueba nuestros nervios y nuestros pulgares. Alien Breakout, la nueva propuesta de Vergiu Games y Eastasiasoft Limited, intenta subirse a esa ola, presentándose como un plataformas retro, con 100 niveles de desafÃo. Sin embargo, a pesar de sus buenas intenciones, la experiencia se queda a medio gas, ofreciendo una fuga que, por desgracia, es demasiado sencilla.
 
   
    VIDEO  
  
 
  Un pequeño alien en un gran aprieto 
 
  
 
  La premisa es tan simple como efectiva: somos un pequeño alienÃgena de piel verde atrapado en un laboratorio humano, y nuestro único objetivo es escapar a través de 100 niveles de desplazamiento lateral. La jugabilidad se basa en correr, saltar y rebotar por las paredes, esquivando trampas y eliminando guardias. Para ello, nuestro extraterrestre cuenta con habilidades como deslizarse por almohadillas de lodo para ralentizar la caÃda y, sobre todo, una pistola de rayos. Esta arma, no solo sirve para desintegrar a los guardias, sino que también es una herramienta de puzles, ya que tendremos que hacer rebotar nuestros disparos para activar interruptores. Una mecánica que, sobre el papel, deberÃa añadir una capa de ingenio.
 
  
 
  Y aquà es donde el juego tropieza. La dificultad general es sorprendentemente asequible. Los niveles, aunque numerosos, rara vez suponen un verdadero reto. Las trampas son predecibles y los enemigos, poco más que obstáculos estáticos. El juego nunca te aprieta las tuercas, y la sensación de superar un gran desafÃo es prácticamente inexistente. Esta falta de reto impacta directamente en la duración. Aunque 100 niveles pueden sonar a mucho, la mayorÃa no son muy largos, pudiendo completarse en poco tiempo. Esto hace que, en lÃneas generales, estemos ante un juego muy corto, que se puede finiquitar en una sola tarde sin demasiados problemas.
 
  
 
  Apartado técnico 
 
  
 
  Visualmente, el juego abraza una estética de pixel art retro, con un estilo que recuerda a los juegos de la era de los 8 bits. El diseño es simple y funcional: nuestro alien verde contrasta bien con los fondos grises y metálicos del laboratorio, y lo más importante, las trampas y los enemigos son siempre claros y reconocibles. Sin embargo, el conjunto se siente repetitivo y falto de inspiración. No esperes una gran variedad de escenarios ni un diseño artÃstico que te sorprenda; es un apartado visual correcto que cumple su función sin buscar la más mÃnima espectacularidad.
 
   
 
   
    
 
    
  Para acompañar la acción, tenemos una banda sonora electrónica que encaja con la estética, pero que se vuelve repetitiva a los pocos minutos. Los ritmos rápidos ayudan a mantener la concentración, pero las melodÃas carecen de gancho y se olvidan tan pronto como apagas la consola. Los efectos de sonido son igualmente genéricos: el sonido del salto, el "zap" de la pistola de rayos y una pequeña fanfarria al completar el nivel. Cumplen su función sin estridencias, un apartado sonoro funcional pero completamente olvidable.