Reconozco que siempre he sentido predilección por los juegos de ordenador estilo anime monoso. Y viendo como existen grandes ejemplos en todo tipo de géneros, como Ragnarok Online o Maple Story en MMORPGs, Puyo Pop Fever en puzzles, Animal Crossing en cierta manera… creo que es fácil ver que no me encuentro en minoría. Por eso cuando ves aparecer a Potion Permit, juego desarrollado por los franceses MassHive Media, a priori te entra por los ojos. Luego empiezas a ver la temática, y cada vez empieza a sonar mejor y mejor. Hasta que al fin llega a tus manos, y resulta que te quedas atascado en el tutorial. Ay, madre.
El nuevo “médico” local
En Potion Permit controlaremos a un alquimista que se muda desde la capital al idílico pueblo de Moonbury, un lugar que tuvo malas experiencias en el pasado con los extranjeros de tu mismo gremio. Pese a la reticencia de toda la población, el alcalde Al Cáldez nos abrirá las puertas, dejándonos utilizar el taller del anterior alquimista, si bien su estado será algo deplorable. No tardaremos en aprender el motivo de nuestra llegada, la hija de Al Cáldez está enferma, y el curandero local, Matheo, no es capaz de curarla. De esta forma, empieza una historia de mejora personal en la que nos echaremos a la espalda no sólo los problemas del pueblo, sino aquellos provocados por nuestros antecesores, y los propios traumas de cada habitante.
No obstante, en el estado actual del juego, contaremos con un temible villano que intentará hacernos la vida imposible y convertir nuestra apacible vida en Moonbury en el mismo infierno. Y no, no me refiero a Matheo… me refiero a los terribles bugs y fallos de diseño de los que adolece el título.
Bloqueos nada más empezar
Estuve a punto de escribir este análisis sin ser capaz de terminarme el tutorial. Lo digo totalmente en serio. Pero antes de contar esta anécdota, os explicaré un poco como funciona Potion Permit. Este juego toma ideas de muchísimos muchos otros, y las comparaciones serán inevitables. Por ejemplo, no he podido evitar recordar el flujo de juego habitual de los Atelier de Koei Tecmo: un personaje que recibe misiones de parte de los habitantes de donde viva, para los cuales ha de ir al campo o a cuevas a recoger ingredientes, para luego volver a su casa para fabricar el objeto o poción en cuestión. Todo esto añadiéndole un límite de tiempo a las peticiones con un reloj interno del juego, en el que cada cierta cantidad de segundos reales transcurren 10 minutos en el juego. Si le añadimos a esto el hecho de que nuestro personaje tiene una energía finita y que cada acción nos cansa más y más, estilo Harvest Moon, ya tenemos prácticamente el mecanismo jugable de este Potion Permit.
Planteado esto, el juego comienza de forma bastante directa metiéndonos en el tutorial, donde tendremos que demostrar a Xiao, un trabajador del ayuntamiento, que somos capaces de completar la tarea que nos espera en el pueblo. Para ello, nos mandará a un campo cercano para recolectar algunas flores, para luego volver a nuestro taller y sintetizar dos pociones. La recolección es sencilla, tendremos varias herramientas, así que tendremos que escoger la más adecuada para el recurso a recolectar en ese momento (pista: es la hoz). La síntesis, de nuevo, es muy similar a lo que hemos visto en los Atelier de Koei Tecmo. Se nos planteará una figura geométrica, basada en cuadraditos, que tendremos que rellenar con las piezas que nos aportan los ingredientes que hemos recopilado, sin que ninguna pieza se solape entre sí y sin salirnos del “molde” de la pieza. Y aquí es donde llega el drama… una de las pociones tiene una cantidad de cubos a rellenar de longitud impar, y todos los ingredientes que hemos recogido son de longitud par, dejando siempre un hueco de 1x1 por rellenar.jalá lo terminen de desarrollar y saquen algún parche.
