Los suecos The Outsiders nos traen este juego que, sin duda, no es para todos los públicos. Pero si su ambientación te llama, y eres capaz de encontrar el “nirvana” … oh, madre mía. Prepárate para una de las experiencias más entretenidas en shooters de los últimos tiempos.
Sin tu voz…
La protagonista del juego es una mujer demonio desconocida. Tanto es así que en el propio juego recibe el nombre de “La Extraña”. Esta demonio ha perdido su voz, y está muy, pero que muy cabreada por ello. Sabe quien se la ha robado, la Inquisidora Roja, una de las dirigentes del Infierno. El juego es especialmente obtuso en este punto, quizá por no querer hacer referencias obvias a la mitología cristiana para no herir sensibilidades, pero esto nos priva de saber si la Inquisidora Roja es un alto cargo dentro de la organización infernal, o si es en realidad una adaptación del auténtico diablo (con d en mayúsculas, como dicen en el juego).
La cuestión es que La Extraña no tardará en encontrarse con un curioso compañero, una calavera llamada irónicamente Paz que, si bien no se comunicará con nuestra protagonista, hará las veces de narrador en esta épica epopeya de muerte y destrucción. La historia en sí es bastante escasa, lo justo para ambientar y explicar algo del infierno, pero queda claro que estamos ante una historia de venganza. De esas en las que el protagonista no tiene tiempo a parar, ni va a descansar hasta acabar con el que le jode la existencia.
De esta forma, La Extraña se zambulle en una orgía de caos y destrucción de disparos en primera persona en ocho niveles (nueve, si contamos el de tutorial, y así obtener los nueve círculos del Infierno) compuestos por varias “arenas de combate” consecutivas, teniendo que acabar con todos los enemigos de una zona antes de poder continuar a la siguiente.
Symphony of Destruction
Para ello, La Extraña podrá equiparse con cuatro armas como máximo, teniendo siempre disponibles su espada y a Paz, y pudiendo escoger las otras dos entre una escopeta, dos pistolas, una ballesta lanzavirotes y una pareja de guadañas tipo bumerán. Cada una de estas armas cuenta con su propia fuerza y ritmo, además de una habilidad definitiva que utilizar cuando nos sintamos sobrepasados por el enemigo. ¿Mis preferidas? Las pistolas, sin lugar a duda, con una cadencia de tiro mucho mayor al resto de armas, con permiso de Paz, y una puntería digna del mejor francotirador, además de poder crear una copia de La Extraña temporalmente para que pelee a nuestro lado.
Además, cada vez que acabemos un nivel, desbloquearemos un grupo de tres desafíos, pequeñas arenas de combate en las que tendremos que cumplir un determinado objetivo contrarreloj. Si conseguimos llegar al objetivo máximo, desbloquearemos un sello (sigilo, en la versión en castellano) que potenciará a La Extraña.
