Sin adentrarme más en la trama, lo que sí que os quiero contar es que el juego no se trata solo de mazmorrear e ir matando enemigos. De hecho, esto será lo menos necesario, ya que la gracia del juego será establecer relaciones con los compañeros y amigos que vayamos conociendo, trabajando las personalidades que somos capaces de adoptar, cual simulador social. Estas personalidades las podremos ir fusionando entré si, como ocurre en la realidad, donde vamos aprendiendo y cogiendo experiencias en el día a día que completan nuestra personalidad. Y dichas personalidades, al ser fusionadas, mejoraran nuestros atributos y poderes para hacer los combates en el metaverso, más llevaderos. Ganaremos “más experiencia”.
Estos combates, pese a ser JRPG, están bastante medidos y tendremos que estar atentos puesto que a no ser que seamos tremendamente superiores en nivel, habrá que estar haciendo ataques a los puntos débiles de los mobs, que rompan sus defensas y nos permitan ganar el combate. De otra forma, hasta el más tenue de los enemigos nos podrá poner en apuros, porque también podrá romper nuestras defensas con todo lo que ello conlleva. Lo que quiero decir con esto, es que no pulsaremos en combate el botón de “Adelante” varias veces seguidas, y acabará el combate, si no que estos combates son bastante más dinámicos y entretenidos. También, podremos ver a los enemigos en el mapa de la mazmorra, y si no nos apetece luchar, podremos evitarlos haciendo más rápidas las mazmorras. Por cierto, que en cada mazmorra iremos aprendiendo acciones de mapa nuevas con lo que cada una siempre nos ofrece algo nuevo y diferente a la anterior, es decir, no solo se diferenciarán en bioma y ambiente.
Cómo funciona en Xbox y Switch
La verdad es que poco tengo que decir en este aspecto, porque el juego se mueve con soltura y sin problema, no obstante, recordemos que en el fondo, es un juego de PS3. Las paletas de colores se sienten igual y todo responde con fluidez y precisión. El mapeo de los mandos también es correcto, siendo similar a como se controlaba en las versiones de Sony, por lo que se siente natural. No he notado bajadas en el framerate y tampoco se han detectado bugs en las casi 100 horas que le he metido. Si, has leído bien, 100 horas, y esto en esta segunda partida que he jugado, pues originalmente fueron 230 horas hasta platinearlo incluso. Puedo entender que esta cifra os eche para atrás, pero es que el diseño es tan desbordante y la historia tan buena que poco a poco ira pasando el tiempo y no te darás cuenta.
Como decía, a nivel de rendimiento, el juego no flaquea en absoluto, pero si hemos de reconocer que al ser un juego de hace 2 generaciones, a nivel gráfico tampoco es que sea ninguna maravilla. Se nota ya el tiempo en lo que refiere a animaciones y tal, pero nada que sea injugable ni nada por el estilo, el juego se deja jugar perfectamente y de hecho diría que no ha envejecido mal.
A nivel musical, vas a flipar. Persona 5 Royal hace gala de una BSO increíble y brutal, y seguramente te la pongas en casa una vez juegues el juego por el mero gusto de escucharla. Tanto las melodías instrumentales como las cantadas, la principal vocalista Lyn Inaizumi está que se sale, son muy buenas y una vez las escuches no pararas de tararearlas: “Take over”, “Colors flying high” o “Rivers in the desert” por citar solo algunas, harán las delicias de tus oídos y venerarás a Shoji Meguro una vez las escuches por primera vez.
El juego está totalmente traducido al castellano, ya que la versión que llega los diferentes sistemas es la versión Royal, que aumentaba y expandía la experiencia original con nuevos personajes y más historia, y para colmo, venía traducida. Recordad que la versión original estaba sin traducir a la lengua de Cervantes, en un perfecto inglés, lo que podía hacer que Persona 5 fuera, para según que personas, un poco duro de jugar. Ahora, esa problemática está solventada con esta versión “Royal” por lo que no hay excusa del idioma.
