JUGABILIDAD
Como adelantábamos en los primeros compases de este texto, Harry Potter y la Orden del Fénix regresa a sus orÃgenes. Tras el mediocre juego de acción basado en la cuarta pelÃcula, El Cáliz de Fuego, los desarrolladores de EA han planteado una aventura en tercera persona en la que el jugador se puede mover libremente por Hogwarts:
Si en algo destaca la nueva consola de sobremesa de Nintendo, la Wii, es indudablemente en su peculiar mando de control. Casualmente, un controlador de estas caracterÃsticas le va como anillo al dedo a Harry Potter. El manejo del personaje es muy sencillo; con el stick analógico del nunckuk movemos a Harry, si lo presionamos junto con el botón Z podremos correr. La varita se saca con el B, y para ejecutar el hechizo tendremos que utilizar los sensores de movimiento del nunckuk y el Wiimote; dependiendo del conjuro deberemos mover la muñeca de una u otra forma, a veces usando los dos complementos (Wiimote+ Nunchuk) y otras veces sólo con el mando en sÃ. Para apuntar usamos también el B y para fijar un objetivo pulsamos A. Es especialmente molesto, sin embargo, los errores de la cámara. Como estamos ante una cámara fija, hay ocasiones en las que se posiciona en un ángulo completamente inapropiado para realizar correctamente las maniobras. Es en esos momentos cuando uno se pone nervioso y termina desquiciándose, aunque afortunadamente la cámara estorba sólo en algunos momentos puntuales.

El desarrollo del juego sigue una lÃnea recta (la historia principal), pero también ofrece muchas tareas para realizar mientras deambulamos por el castillo. Por allà pulula Myrtle la Llorona- vieja conocida desde La Cámara Secreta- que nos comunica que hay una habitación especial llamada "Sala de las recompensas". Allà podremos desbloquear entrevistas con los actores y otro tipo material multimedia disponible para los ávidos fans. Para conseguir sacar los secretos ocultos, basta con interactuar con el entorno, es decir, si vemos una estatua que está mal colocada, habrá que usar un hechizo para enderezarla, si hay una pieza rota tendremos que hacer lo propio para arreglarla, y asà ganaremos puntos.
El castillo de Hogwarts es muy grande y dispone de múltiples localizaciones. Para no extraviarse lo mejor es usar el mapa del merodeador, al que podemos acceder en cualquier momento con el Wiimote. Con él podemos fijar los lugares a donde vamos a ir o a las personas que queremos buscar. Los que no quieran perderse pueden "hacer trampa" y simplemente seguir las huellas que aparecen automáticamente cuando fijas un destino. De esa forma ya es imposible perderte. Es importante igualmente buscar rutas alternativas para evitar paseos inútiles, por lo que hay que estar muy atento a los cuadros parlantes que están colgados en las paredes…porque muchos de ellos esconden pasadizos secretos, claro que para que te dejen pasar necesitarás una contraseña…pero no la dicen por las buenas, asà que hay que realizar algún trabajillo para ellos.
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