Viking: Battle for Asgard

Épica vikinga de gran calidad

A veces Sega apuesta por proyectos que desgraciadamente no obtienen todos los buenos resultados que deberían: Viking es uno de ellos. Sin ir más lejos, un título de distribución paralela al que nos acontece hoy, el Condemned 2 de Monolith, tampoco consiguió los resultados que la compañía esperaba y eso que se trata de una de las experiencias más inmersivas (para bien o para mal) que ha logrado el sector de los videojuegos. Dejando de lado la poco merecida suerte de la compañía nipona, centrémonos en el estupendo juego que es Viking: Battle for Asgard.

Hacía ya tiempo que no catábamos un título que nos permitiese explorar libremente un mundo virtual combinándolo con momentos de acción. Aunque la consola posee en su catálogo uno de los juegos más dignos (muy poco recordado) dentro del género, el Crackdown, hacía falta un título como Viking.

La historia nos cuenta la odisea nórdica de Skarin, un ancho guerrero vikingo a punto de perder la vida, defendiendo su tierra del malvado ejército de Hel. En ese momento, la diosa Freya se apiada de Skarin y le regala el don de la inmortalidad. Con su bendición y nuestra habilidad tendremos que recuperar las tierras perdidas y salvar así a toda la población vikinga. Menos mal que estamos cachas.

Viking nos propone un control clásico de combinaciones entre ataques fuertes y débiles, más el uso de magias y armas arrojadizas. El resto se basa en la exploración, la habilidad a la hora de combatir y el aprendizaje de nuevos ataques. Una vez metidos en faena podemos resolver las distintas misiones, sin orden previamente establecido. Es decir, somos libres de explorar y combatir a nuestras anchas. Las limitaciones del territorio, llegarán cuando topemos con campamentos enemigos bien defendidos para los que necesitemos ayuda en la lucha. Básicamente tendremos que explorar el mapa buscando dinero y clanes vikingos a los que salvar que una vez liberados, se unirán a nuestro ejército. Algunos nos propondrán misiones alternativas o pruebas de valía antes de unirse, pero una vez resueltas estarán a nuestro lado para siempre.

Cuando hayamos conseguido las suficientes tropas podremos iniciar la batalla final (hay un par por cada isla). Momentos espectaculares en los que el juego realmente se crece e impresiona. Cientos de enemigos enfrentándose a la vez y nuestro personaje en medio intentando hacer todo lo posible por ayudar. Invocaremos dragones, lucharemos contra héroes y hechiceros enemigos e incluso le plantaremos cara a gigantes, todo ello mezclado con un toque de estrategia.

También habrá momentos para las plataformas, la infiltración y para los puzles, pero estos temas se tocan de manera muy superficial, sobre todo para añadir variedad. Necesitaremos dinero para mejorar nuestras armas, comprar medicinas, así como para aprender nuevas y mejores técnicas de combate. El dinero estará repartido por el escenario en forma de bolsas de oro, cofres y barriles de cerveza que posteriormente podemos venderle al tabernero de nuestro pueblo.

Por otro lado, la duración de Viking es la apropiada al igual que su curva de dificultad. Uno de los detalles más atractivos es que empezaremos luchando contra uno o dos enemigos a la vez y nos costará trabajo sobrevivir, pero según avancemos nuestro personaje evolucionará marcialmente hasta enfrentarse a grupos de cinco o seis. En cualquier caso seremos un héroe, que no un dios y precisamente por ello necesitaremos ayuda en las batallas grandes y cautela y habilidad en las pequeñas.