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¿Se siente afortunado o desearía tener una vida más relajada?
Mario: No creo que nadie deba quejarse cuando no le falta el trabajo. Pero sí es verdad que el mundo del videojuego es un mundo que avanza muy rápido y que 25 años son un periodo en el que da tiempo a que ocurran muchísimas cosas y de hecho las cifras están ahí, he aparecido en más de un centenar de juegos. Y ante tal situación es razonable que mucha gente esté hasta el gorro de verme aparecer, de que se me utilice constantemente en los juegos de una misma compañía. Pero también es verdad que, salvo contadas excepciones, nunca he participado en ningún título que no tuviera cierto nivel. Ojalá todos mis compañeros, tanto dentro como fuera de Nintendo, pudieran decir lo mismo.
Con tanta diversificación del mercado ¿ve su reinado en peligro?
Mario: Bueno, es lo que te comentaba antes. Mi presencia constante en determinados títulos ha sido la que me ha convertido en un icono, no sé si realmente en el rey de los videojuegos. En los últimos años han salido nuevas ideas que han dado muy buenos frutos. Por ejemplo todos conocemos el éxito que supone HALO. No sólo es una licencia exitosa sino que tiene un montón de seguidores detrás y cada lanzamiento de la entrega es todo un acontecimiento. Es, sin duda, otro de los iconos del género. Pero, modestia aparte, creo que le falta antigüedad. Es y será recordado por siempre, pero nunca tendrá la oportunidad de vivir el nacimiento de los videojuegos como me ocurrió a mí y eso es una gran baza a mi favor. Aunque bueno, si se me permite la apreciación... Elvis Presley no dejó de ser El Rey del Rock tras su muerte, ¿por qué iba yo a desprenderme del apodo de El Rey de los Videojuegos? (Risas).
Luigi ¿qué se siente siendo el segundón?
Luigi: Oooh, bueno... la verdad es que no me molesta en absoluto. Cuanto más tiempo permanezca alejado de todos esos bichos, mucho mejor.
Pero incluso usted se ha atrevido con sus propias aventuras.
Luigi: Nunca habría entrado en aquella mansión de haber sabido lo que allí se cocía...
Mario: ¡Pero si me tenían secuestrado allí dentro!
Luigi: Sorry, Bro.
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