Xorb = esfera futurista motorizada
CorrÃan los años 80 cuando un original juego llamado Marble madness irrumpió en los hogares de los aficionados mostrando imágenes en pseudo 3D que enganchó a miles de personas con su adictiva mecánica que consistÃa en conducir hasta la meta una pequeña esfera a través de escenarios escenario repletos de trampas. A lo largo de las dos décadas posteriores, hemos asistido a múltiples readaptaciones de esa primera idea en tÃtulos como el Super Monkey Ball de Sega o el reciente Marble Blast Ultra (Xbox Live Arcade), entre otros.
Playlogic e Icon nos traen en esta ocasión "Vértigo", otro subproducto más de este peculiar género.
Mecánica Siguiendo los marcados orÃgenes, Vértigo nos pone a los mandos de un vehÃculo futurista de forma esférica denominado Xorb. Su control, enormemente simplificado, puede tomarse digital, mediante las teclas direccionales del teclado o analógico, usando el ratón. La cámara, por su parte, realiza un seguimiento automático a la acción, vetándonos la posibilidad de controlarla, lo cual supone un gravÃsimo problema de visión que en muchos casos desembocará en nuestra caÃda. A pesar de la sencillez del manejo, este se muestra insuficientemente preciso a la hora de efectuar operaciones en las que el más mÃnimo temblor de pulso puede terminar con nuestra bola en lo más profundo del abismo.

Los 48 escenarios del juego están divididos en 9 temáticas (urbana, inca, industrial, espacial, asiática…) y distribuidos de manera creciente según su dificultad. Los primeros niveles sirven para adaptarnos al manejo y a las peculiaridades de algunas superficies, pero una vez superados 2 o 3 mapas, la dificultad se dispara, provocándonos una precoz frustración. Si hay algo que repercute directamente en la diversión que podamos percibir con Vértigo es la empinada curva de dificultad que nos plantea y que supone un gran problema para todo aquel que quiera disfrutar del tÃtulo y el control de nuestro móvil circular que responde de una manera irreal en las cuestas, bloqueando la dirección e impidiéndonos corregir el rumbo a grandes velocidades. Como hemos dicho antes, la cámara tampoco es de gran ayuda y a pesar de que la mayor parte del tiempo nos persigue en una posición correcta, en ciertos momentos nos sorprende con ángulos de visión completamente inapropiados para superar esos delgados caminos serpenteantes o las rampas curvadas cuyo final invisible nos llevara al peor de los destinos. Caer por el borde de una plataforma suele tener como consecuencia habitual que contemplemos durante unos largos e innecesarios segundos como nuestro Xorb se precipita al vacio, pero también puede ocurrir que acedamos por error a secciones avanzadas del escenario. Esto último a pesar de suponer una afortunada ventaja, resulta una pérdida total de tiempo, puesto que estamos obligados a atravesar una serie de chekpoints antes de alcanzar la meta, y por consiguiente tendremos que recurrir al suicidio para reiniciar la posición. Como ocurrÃa en Marble madness, dispondremos de tres vidas para finalizar nuestro trayecto, suponiendo su pérdida nuestro retraso hasta la zona de inicio y más de un impulso por apagar el PC.

Hemos de afirmar no todo son defectos ya que el variado y original diseño de los niveles nos ha parecido lo suficientemente interesante como para reintentarlos una y otra vez hasta completarlos a pesar de la desproporcionada dificultad de algunos de ellos.
El paso por el menú principal nos deja claro que se trata de un titulo de marcado carácter arcade, impidiendo el uso del ratón para acceder a las diferentes secciones y obligándonos a emplear las flechas de dirección del teclado.
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