A falta de peligros naturales (sin contar el suelo de ácido),
los bichos son el único problema en nuestra aventura. Si bien cada uno
de ellos cuenta con algún rasgo diferenciador, la mayoría se resumen en
dos tipos: los que se mueven de lado a lado de la pantalla
obstaculizando nuestro paso y los que se limitan a disparar con un
patrón determinado. Hay algún que otro ser infernal bastante más
complicado, como una especie de mosca que nos persigue, pero en general
acaban siendo predecibles y es cuestión de paciencia el conseguir
superarlos sin problemas. Paciencia que yo no supe tener y que me costó
innumerables muertes. Generalmente, si te encuentras un enemigo que
podrías matar, pero que te cuesta mucho, es que estás yendo por el
camino equivocado. Da la vuelta y busca una ruta más adecuada para tu
nivel. A pesar de todo, como he dicho, estos enemigos suelen suponer un
reto y un aprendizaje que se ve recompensado en la segunda mitad de la
partida.

Hablando de partida, el juego tiene una duración de unas
cuatro horas. Cinco para quienes se pierdan más de la cuenta. Es una
duración algo escasa, pero lo cierto es que el rango de precios de las
descargas digitales se está estandarizando y Atooi ha optado por ofrecer
juegos a precios ajustados. No suelo mencionar los precios en los
análisis porque no considero que sea relevante, pero Jools Whatsham
siempre pregunta a la comunidad sobre cuál cree que es el precio justo a
pagar por sus juegos y es un factor que tiene en cuenta a la hora de
reeditar los títulos de Renegade Kid.
En este caso estamos
hablando de unos 9,99€ para un juego de 4 horas. Puede parecer poco y no
hay nada más allá de la historia principal, pero hay juegos más
costosos cuya duración es similar. Y más ahora que los precios de los
nuevos indies rondan los 20€. Lo que no admite duda alguna es que es una
aventura que se disfruta desde el principio hasta el final. Quizás esa
sensación de que es un juego corto se acentúa al ser un juego que
siempre te da la sensación de estar avanzando, de ver un progreso. Todo
se sucede de forma dinámica, en constante evolución. Deja con ganas de
más, sí, pero también un grato recuerdo.
Como remate final,
recomiendo usar el stick en lugar de la cruceta. Aunque es un juego de
movimiento en 2D, el stick otroga mucha precisión. Esto se debe a que el
movimiento del personaje es extremadamente ligero y con mucha inercia.
Esto al principio es un problema, sobre todo a la hora de esquivar con
precisión algunos enemigos puñeteros, pero uno se acaba acostumbrando.
También quiero destacar el buen menú de gestión de armamento. En una
sola pantalla son capaces de mostrar los controles de los potenciadores,
el mapa de los cuatro planetas y la gestión de las armas. A medida que
vamos cogiendo mejoras de las armas podremos gestionarlas según nos
convenga. Podremos aumentar potencia, rapidez, cadencia y desviaciones.
Esto da lugar a que cada cual organice su cañón según se encuentre más
cómodo y en función de las diferentes situaciones. Con gran lucidez han
decidido incluir hasta tres slots de guardado de configuraciones de
armas, la guinda final a un sistema armamentístico sobresaliente.

Conclusiones
Si
obviamos la cuestionable decisión de reutilizar al mismo jefe final
para cada zona y la cuestionable duración, Xeodrifter es otro éxito de
Atooi. Un muy buen diseño de niveles, evoluciones medidas al dedillo y
gran variedad de situaciones lo convierten en un Metroidvania de
bolsillo que en Switch luce de escándalo.
Puntuaciones
Gráficos: 8.0
Sonido: 8.0
Jugabilidad: 9.0
Duración: 6.0
Multijugador: 0.0
Historia: 5.0
TOTAL: 8.5
|
|
|