Por si fuera poco muchos niveles permiten obtener diversas piezas de puzles y letras, lo que nos ofrece interesantes recompensas. También hay bananas, que funcionan al modo de las manzanas en Crash Bandicot: una vez tenemos cien, Donkey Kong obtiene un globo (vida). Hay monedas que permiten comprar cosas en la tienda de Cranky Kong, como llaves u objetos de ayuda.
¿Una isla de Donkey Kong “mejorada”?
Es cierto que respecto al juego de 2013 y sobre todo al de 1994, Donkey Kong Country presenta ciertas mejoras gráficas. Aun así, da cierta sensación de ser un juego de una generación pasada. Encontramos bonitos escenarios que dan mucha sensación de vida y dinamismo, aunque parezcan escenarios de 2013. Los modelos de los enemigos y escenarios están bien trabajados a pesar de no ser del todo “nuevos”. Recordemos que hay ruinas, fábricas, playas con barcos pirata, criaturas de las profundidades. También enemigos que nos atacan desde el fondo del escenario de diversas formas.
En cuanto al apartado sonoro, hay una mezcla de canciones con música de ambiente, en algunos casos relajantes y en otros casos más intensas con momentos de desafío y urgencia. Algunos ejemplos de esto son niveles como los de las vagonetas o los barriles/cohete. Un buen trabajo sin duda. Un apartado que, por un lado, acerca el juego a todos los públicos. Por otro lado, esta banda sonora también ayudará a la inmersión y diversión de los jugadores. Tenemos decenas de pistas sonoras distintas agrupadas en algo más de dos horas y media.
Veredicto
Realmente el autor de esta reseña suele rechazar este tipo de juegos. No tanto por ser malos juegos, muchos remaster, remake o reboot son buenos juegos. Pero este tipo de prácticas, cuando son demasiado habituales no aportan nada nuevo al mundillo, es simplemente vender el mismo juego una y otra vez. Dicho esto, Donkey Kong Returns HD es un gran juego de plataformas, entretenido, desafiante. En solitario o acompañado y accesible para toda la familia y diversos tipos de jugadores. Un título que asegura decenas de horas de diversión, nostalgia y puesta a punto de habilidades.