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Regresan nuestros amigos galos con resaca de tomar tanta pócima mágica.
Astérix y Obélix posiblemente son uno de los productos culturares más conocidos de Francia. A los largo de los años, los cómics y los demás productos que rodean la creación de René Goscinny y Albert Uderzo han atravesado todo tipo de fronteras. Por eso, nuevemante han decidido que los jugadores disfruten de ellos con la tercera entrega de la saga XXL. Esta la hemos ido recibiendo años atrás en diferentes generaciones de consolas, aunque recientemente tuvimos llegada de la remasterización de la segunda parte para ayudar de enlace. Vamos a ver qué tal ha salido la pócima de Microïds.
Los galos samaritanos
La historia que nos encontraremos en Asterix & Obelix XXL3: The Crystal Menhir sigue más o menos la tónica habitual vista en otras ocasiones. Esta vez la aventura nos sitúa 50 años antes de Jesucristo. Toda la Galia está ocupada por los romanos salvo la pequeña aldea de nuestros protagonistas. El lugar está tranquilo desde hace un tiempo, salvo pequeños intentos por parte de los romanos cercanos a derrocarla. Una mañana, el druida de la aldea, Panorámix, recibe un extraño correo. Es carta de Hella Finidrir, la gran sacerdotisa de Tule. Le avisa de que una gran amenaza se apróxima sobre su pueblo y le solicita ayuda para que saque un misterioso menhir de su escondite. A partir de ese momento, nuestros protagonistas Astérix y Obélix, deberán recorrer las tierras del imperio romano con este objeto a sus espaldas para ayudarla.
Romanos por todos lados
Estamos anter una aventura de acción, limitando algunos movimientos respecto a su antecesor. Nuestra misión en todo el juego será ir yendo a los diferentes campamentos para realizar unas acciones concretas, ya sea recuperar algún objeto que está en su poder, liberar algún aliado o derrotar a algún mandamás. Para ello tendremos la posibilidad de controlar a Astérix u Obélix, según las necesidades del momento, ya que en algunos momentos concretos será obligatorio usar a un personaje concreto para avanzar o resolver un puzle. Incluso de primero utilizar a uno, hasta dejarlo en un sitio determinado, para completar la tarea con el otro. Si estamos en modo solitario cambiaremos de uno a otro rápidamente, si es cooperativo, cada jugador llevará uno.
Los controles serán sencillos, con posibilidad de realizar rápido varios combos. Además según avancemos en el juego, cada vez que derrotemos romanos, rompamos cajas, habrá cascos en su interior que será nuestra moneda de cambio a la hora de acudir a la tienda. En ella tendremos la opción de comprar nuevos movimientos (sin mucha variedad) o hacer más fuertes los que ya tengamos. Aparte de los golpes simples, para la realización de otros más poderosos, gastaremos barra de estamina, la cual recuperamos al golpear a otros enemigos o directamente con algún Ãtem consumible. En el caso de Obélix, está acompañado por su fiel perro Ideafix, al que podremos ordenar que muerda, nos puede ser de ayuda en momentos determinados.
El menhir será un elemento importante. Con el paso de la historia, irá adquiriendo diferentes habilidades mágicas, como poder congelar o quemar. Será útil cuando una buena horda romanos se avalance sobre nosotros o necesarios para resolver algunos enigmas. Eso sÃ, en cuanto a la variedad de soldados no es que sea muy elevada, de hecho desde el principio casi conocemos a todos ellos, lo que resta el factor sorpresa de qué nos encontramos más adelante. Al igual que el comportamiento de estos. Si tenemos que repetir alguna zona por diversos motivos, su comportamiento será similar, pero notaremos algunas imperfecciones que nos pueden jugar una mala pasada.
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