De nuevo, ¡llego tarde, llego tarde!
De todas formas,
dejemos de hablar del dulce envoltorio de este Atelier y hablemos de sus
mecánicas jugables. Como ya sucedÃa en los anteriores, el juego se
caracteriza por ofrecernos libertad absoluta, siendo nuestra
responsabilidad el administrarnos el tiempo eficientemente para alcanzar
el siguiente objetivo a tiempo. Sobre el papel, puede sonar parecido a
Persona, pero sinceramente, creo que la saga de Atlus es muy diferente a
la de Gust.

El dÃa a dÃa de las hermanas se compondrá, por lo
general, de hacer una visita a la plaza del pueblo para adquirir nuevas
misiones, o entregar las ya completadas, una excursioncita a los
variados exteriores de Melvelle para recolectar ingredientes o cumplir
con las misiones de caza de monstruos, y luego vuelta a casa para
guardar nuestros nuevos materiales, o para sintetizarlos y conseguir
nuevas recetas de sÃntesis, o los objetos necesarios para cumplir otra
misión.
Todas las misiones, hasta las más fáciles, tendrán lÃmite
de tiempo, y cada acción que hagamos hará correr ese tiempo. Cada vez
que meneemos nuestro bastón para romper una piedra o pegar a un enemigo,
cada vez que volvamos al taller para sintetizar objetos, cada vez que
nos agachemos a recoger flores, o cuando dejemos el mando quieto en la
mesa para ir a por un vaso de agua, el tiempo seguirá pasando. Si no
tenemos cuidado, no será difÃcil que empecemos a perder algunos de los
contratos que hemos adquirido, aunque por lo general, no deberÃamos
preocuparnos demasiado. En realidad, sólo tendremos que estar pendientes
de llegar a tiempo a las misiones que hagan avanzar la historia, ya que
si fallamos estas, tendremos que volver a empezar el capÃtulo de nuevo.
Hay
poco más que comentar sobre el mecanismo jugable del tÃtulo, aparte de
mencionar, para los fans de la saga, que Atelier Lydie & Suelle deja
de lado el concepto de exploración y mundo abierto de Atelier Firis,
para volver a entornos más o menos "acotados". Mantendremos nuestra
ciudad principal, con nuestro taller, y conforme vayamos avanzando en la
trama o exploremos, iremos desbloqueando nuevos lugares a los que ir a
recolectar ingredientes. Por un lado, no me termina de gustar que hayan
dejado de lado el concepto de viaje que tenÃa Firis, ofreciendo un mundo
más conexo e interesante, pero bueno. Como se suele decir, los clásicos
nunca fallan.

Colores pastel, un mundo ideal
En cuestión
técnica, el juego funciona como se le espera en nuestras PS4. Hay que
reconocer que estamos ante un juego con una factura, sin ánimo de
ofender, algo justa, sobre todo si lo comparamos con auténticos
portentos de la técnica como los recientes God of War o Persona 5,
tÃtulos que destacan por su calidad gráfica y por su estilo. Atelier
Lydie y Suelle va, en este sentido, a su ritmo. El juego mantiene su
estilo de fantasÃa europea, tan tÃpico en los RPG japoneses, en un mundo
que mantiene la climatologÃa y los ciclos de dÃa y noche que ya vimos
en Atelier Firis. No encontraremos grandes efectos gráficos, aparte del
propio fluir del sol y la luna, pero al menos, en esta ocasión, el juego
funciona de manera fluida en todo momento.
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