State of Mind

PC, PlayStation 4, Xbox One, Switch
6.5
State of Mind 10 TodoJuegos
Publicado el 27-11-2018 a las 22:51 Página 1 de 2   >>   
Autor: Alejandro "Sandor" Dobeson

Un thriller distópico ideal para pacientes.

A estas alturas de la película, creo que Daedalic Entertainment es uno de esos estudios que no requieren de presentación. Aunque, si por si acaso aun no los conocéis, este estudio alemán ha sido el responsable de traernos algunas de las mejores aventuras gráficas de los últimos años, poniéndonos en bandeja el reutilizar hasta la saciedad el tópico de "parecía que el género estaba muerto, ¡PERO...!". En esta ocasión, nos llega un juego que se aleja del tipo de juego al que nos tienen acostumbrados, tirando más por la ciencia ficción en un entorno 3D muy curioso. Esto es el siglo 21, esto es State of Mind.


¿Qué nos hace humanos?

Nos despertamos en un hospital de lo más tecnológico. Es tan aséptico y moderno como lúgubre y perturbador. Un enfermero comienza a interrogarnos, ¡como si no tuviéramos nada mejor que hacer que responder preguntas después del pedazo de accidente que hemos tenido! Estamos en el año 2048, encarnamos a Richard Nolan, periodista, y acabamos de tener un accidente... sólo para descubrir que nuestra mujer e hijo nos han abandonado, hartos de nuestra tecnofobia. Aunque bueno, a fin de cuentas, tampoco es culpa tuya, ¿no? Tu no pediste que todo estuviera controlado de esa manera, ni depender así de todas esas máquinas...

La trama de State of Mind es prometedora, y toca todas las teclas de los temas de moda. Cyberpunk, futuro, sociedades distópicas, libertades personales, la diferencia entre ser humano y simplemente existir... el juego se guarda buenas cartas en su trama, pero, en mi opinión, tarda demasiado en mostrarlas. El título comienza bien, mosqueándonos sobremanera con detalles como personajes que parecen saber más de lo que deberían, o el exagerado paralelismo entre la vida del protagonista y la de Adam Newman, un hombre de avanzada edad, también periodista, que también ha sufrido un accidente recientemente, y otros tantos detalles escalofriantes, pero a partir de ahí, nos esperan unas cuantas horas de tedio.

Puede parecer que estoy siendo demasiado duro con el juego, pero es que resulta frustrante. Porque se le ve venir, tenemos prácticamente todas las piezas desde el principio delante de nosotros, pero el juego no empezará a unirlas hasta que a él le apetezca. Es el mismo tipo de ansiedad que te genera que te den un regalo, pero no permitirte abrirlo hasta el día siguiente.

Estilo Telltale, pero sin ser tanta videoaventura

Daedalic suele ser conocida en el mundillo y en el género por su maestría a la hora de hacer aventuras gráficas point and click, innovando ligeramente sobre la fórmula, haciéndolas más accesibles y sencillas de comenzar. Sin embargo, en este caso, State of Mind resulta ser un nuevo experimento de la compañía alemana con la intención clara de crear una aventura capaz de funcionar en consola.


Así que nos olvidamos del ratón y del teclado, y en cierta manera, el juego pretenderá que no nos acordemos de ese sistema de control en ningún momento. Moveremos al personaje con nuestro mando como si de un juego de acción en tercera persona se tratase, con una cámara muy cercana tipo Resident Evil. La falta de un ratón con el que "escanear" la escena se suple con la aparición permanente de pequeños triángulos verdes que nos indican la existencia de algo con lo que interactuar. Y una vez nos encontremos lo suficientemente cerca como para interactuar con ello, el triángulo nos mostrará qué podemos hacer con ello, a la vez que nos marca el botón a utilizar. No hay combinaciones raras de mandos. No hay que pulsar varias cosas a la vez para hacer acciones simples como observar algo o abrir una puerta.


Caratula

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