Izquierda tres, frena fuerte, para orquilla derecha, doscientos...
El
control de los vehículos será un poco particular como ya sucedía en la
anterior entrega. Lo primero de todo dependerá de la categoría que
seleccionemos, ya que no será lo mismo manejar un Junior que un WRC, a
más potencia, más incontrolable puede hacerle. Lo mismo sucede con el
tipo de tracción que lleven, mientras que los delantera son más dóciles,
si es un trasera habrá que ir con cuidado para no trompear
constantemente. Aunque es cierto que el juego dispondrá de muchas ayudar
para su control, así que de esta manera puede adaptarse a un mayor
número de jugadores. Desde los inexpertos que les gusta echarse unas
carreras a los profesionales que apuran en cada giro yendo sin ningún
tipo de ayuda electrónica.
Como ya sucedía anteriormente, la
superficie del suelo será importante. Además del tipo de coche que
llevemos, le sumaremos la adherencia (aunque llevemos los neumáticos
adecuados) que variará si competimos sobre nieve, asfalto seco o mojado,
tierra del desierto o barro por citar algunos ejemplos. Sin olvidanos
de poder tener otros efectos al momento como el acuaplaning al pasar un
charco grande o un contratiempo de pérdida de control una vez saltemos
tras un cambio de rasante pronunciado. Son esos detalles los que hacen
que sintamos el realismo que quiere transmitirnos WRC 9. Pero obvaimante
no todo es tan perfecto, ya que en ocasiones también notaremos algunos
comportamientos extraños a lo que debería de hacer o que algún elemento
del escenario "esté" ahí porque sí.
Lo que está claro es que el
título quiere adaptarse a todo el público, pero al mismo tiempo hasta en
los niveles más bajo de dificultad es exigente. Con la práctica se
iremos controlando bien cada uno de los vehículos y sabremos sus
comportamientos. Está mejor equilibrado que el año anterior, pero aún
así, en ocasiones no te queda muy claro si el juego quiere ser simulador
o arcade, ese punto intermedio es uno de los asuntos pendientes todavía
por resolver. Con ello queremos decir que podremos llevar la mejor
carrera, pero con una simple tontería, podremos echar todo el trabajo
anterior a perder. En una etapa corta si te sucede al final no es tan
molestoso, pero imaginar en una de bastante duración, mucha gracia no
nos iba a hacer. Pero seguir que seguirán escuchando el feedback de la
comunidad para perfeccionar todo eso que hemos comentado.
Apartado técnico
A
nivel gráfico WRC 9 ha heredado todas aquellas mejoras que tenía la
versión para PC de la edición anterior. No vamos a notar un gran salto
en cuanto a calidad se refiere, pero si todo mucho más sólido gracias a
un aumento en las texturas tanto de los escenarios como de los propio
vehículos. Al igual lo veremos en otros efectos como la iluminación en
las etapas nocturnas donde será importantísimo tener los faros en buenas
condiciones ya que si entramos en zonas oscuras será prácticamente
imposible ver. Otros ejemplos será el salpicado de los charcos, la
lluvia de diferentes intensidades o las motas de polvo en los rallies
con trazo de arena. En general el título sigue siendo muy estable, sin
tirones ni ralentizaciones, pero es cierto que se echa en falta una
mayor tasa de frames, por lo que tendremos que conformarnos nuevamente
con los 30. Veremos si con la llegada de la próxima generación, el juego
recibe algún tipo de mejora para poder verle lucir en su máximo
esplendor.
Respecto al apartado sonoro, nuevamente le tendremos
íntegramente en castellano. Esto incluye las voces de nuestro guía en
los tutoriales (José Ángel Fuentes) o la de nuestro piloto que nos irá
indicando como transcurre el trazado que en esta ocasión están un poco
más completa, algo que nos facilitará las cosas. En cuanto a la banda
sonora, nuevamente no será nada destacable, unos temas acompañando la
navegación por los menús pero poco más. Y los efectos de sonido siguen
siendo muy buenos, escuchando perfectamente el rugir de cada coche,
diferenciando la categoría en la que compitamos, el cambio de marchas,
el petardeo del motos o el chirriar de las gomas en el asfalto son
algunos de los ejemplos. Una delicia para los oídos.
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