Las actividades en si del juego son entretenidas, si bien hay que reconocer que hay que ser un mínimo de japanófilo para disfrutar al máximo del juego. Y es que aunque pegarse contra salarymans sin cara o joshikouseis sin cabeza es divertido, también lo es explorar los sento, los combinis, los apartamentos, los parques, los templos, las estaciones de metro o tren, los carteles de publicidad falsa o los locales de comida. Buscar hasta el último tenderete de los nekomatas para comprar las distintas variedades de comida que nos venderán y nos servirán tanto para curarnos como para “doparnos” temporalmente. O encontrar escondidos en el mundo juguetes, tallas o instrumentos típicos japoneses que después intercambiar con los nekomatas a cambio de mejoras estéticas. A mí, al menos, me hace gracia abrir una puerta y encontrar una estantería llena de algo parecido a una Shonen Jump, pero entiendo que si no conoces del tema, vas a perder gran parte de la gracia de la ambientación de Ghostwire: Tokyo.
Pero pese a todo… se hace largo
El modo historia del juego (el único que tiene) nos durará unas 15 horas, dependiendo sobre todo de cuánto nos entretengamos por las calles de Shibuya y hasta que punto dejemos misiones secundarias por hacer o coleccionables por encontrar, pudiendo irse la experiencia a más de 30 horas. Y una vez terminado el juego, he de reconocer que se me ha hecho algo largo. Quizás sea culpa de haber salido con tan poca diferencia de tiempo con respecto al portento que ha resultado ser Elden Ring, un título que pese a repetir enemigos y jefes, da de si para bastante más de 100 horas y sigue sorprendiendo e impresionando con sus entornos, armas y enemigos. Ghostwire: Tokyo es un juego que dispone de una gran representación de Shibuya, con tres tipos de enemigos si no contamos a los jefes o los realmente poderosos, como la típica señora de las tijeras, y cuatro armas entre las que elegir. Aunque con lo inútil que es el maldito hechizo de agua, más bien diría que sólo disponemos de tres armas…
Entiendo que son juegos distintos, enfoques distintos, presupuestos distintos incluso. Entiendo también que una ciudad no deja de ser lo que es, por lo que supone un problema seguir ofreciendo variedad de entornos conforme avanzamos. Pero el título si que se hubiera podido beneficiar de tener más encuentros con enemigos y una mayor variedad que fuera más allá del “ahora el salaryman está gordo y es más fuerte” o “la joshikousei ahora lleva chaqueta de deporte y hace las artes marciales del danshi gakusei”. Tampoco resulta agradable la gran limitación de munición que tendremos y la imposibilidad de poder hacer ataques de emergencia a los enemigos, ya que o nos dedicamos a buscar ídolos por las calles de Tokio para ampliar en uno la capacidad de nuestros hechizos, o lo más probable es que nos quedemos totalmente vendidos y sin poder hacer nada conforme avancemos en el juego y tengamos encuentros cada vez más numerosos y difíciles. No cometáis mi error e intentad subir cuanto antes la habilidad que os permite dar un golpe físico a los enemigos para conseguir más magia… seguiréis sin hacerles daño, pero no tendréis que poneros a correr de un lado para otro como un pollo sin cabeza en busca de munición para no morir.
Luces de neón y trazado de rayos
Gráficamente, el juego es muy resultón. La versión de PC, y presumiblemente las de nueva generación, implementan el trazado de rayos para la iluminación del juego, lo que unido al hecho de que, en fin, estaremos todo el juego disparando lucecitas con el dedo, hace que el juego sea todo un espectáculo de luz y color. También ayuda la ambientación de movernos por esa Shibuya reconocible y abandonada, desértica, llena de coches, basura, ropa tirada de cualquier manera por la calle. También me gusta mucho el hecho de que de forma aleatoria, se pondrá a llover en el juego, provocando que todo adquiera un aspecto mojado y reflejante, lo que le dará un plus de estética a un juego que es lo más parecido a hacer turismo a Japón ahora mismo, con permiso de otros juegos excelentes en este sentido como la saga Ryu Ga Gotoku / Yakuza.
Cabe decir también que el juego ha tenido numerosos comentarios, sobre todo en PC, de ralentizaciones y problemas de rendimiento, pero he de reconocer que en mi experiencia, esto se ha reducido a dos o tres localizaciones concretas que forman parte de una misión, por lo que ni siquiera son sitios que visitemos de forma habitual, como la casa en la que tendremos que exorcizar a la zashiki-warashi. Por lo que no creo que haya ningún motivo del que preocuparse. También he intentado ejecutar el juego en una Steam Deck, y aunque he leído mensajes de gente que sí lo ha conseguido, siempre se me ha quedado colgado a la hora de cargar el nivel.
