Publicado el 14-10-2021 a las 22:40
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Autor: Jaime "Fari"
El Rey reclama su anillo.
Con la nueva temporada casi a la salida del túnel de "vestuarios", llega la nueva entrega del mejor (y único) simulador de baloncesto. Y es que muy difÃcil esta arrebatarle este trono a la saga NBA 2K, ya que por méritos propios y buen trabajo, han conseguido barrer a toda competencia posible. Sin grandes cambios en los modos de juego habituales nos encontramos las dos armas que más filo tienen en la franquicia: el modo mi carrera y el MyTeam. Aunque esto no significa que no tengamos otros modos de juego tanto offline como online, desde el modo Mi Liga, hasta partidos rápidos online con decenas de equipos que escoger, tanto actuales como históricos. Y por supuesto la ya (esperemos) disponibilidad de la WNBA, la cuál poco a poco va ganando protagonismo y fidelidad en la recreación.
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Los pilares del juego
El modo mi carrera ya sabemos todos cómo funciona. Crearemos nuestro propio jugador a imagen y semejanza nuestra, obviamente, ya que si no estamos jugando en la NBA es por que preferimos hacerlo de forma virtual y llevarlo al estrellato, a ser un auténtico HoF. Este modo cuenta con su propio modo historia, aunque, dicho sea de paso, tampoco es que un tÃtulo de baloncesto nos vaya a ofrecer el mejor guión de la historia, simplemente está ahÃ, no molesta y no es tan "pesado" como otros años, cosa que es de agradecer. Han sustituÃdo el barrio por The City, eso sÃ, ésta es exclusiva de Xbox Series X/S y PlayStation 5. En la ciudad podremos pasear por ella tranquilamente, aceptar retos, carreras de monopatÃn, interactuar con otros NPC´s y un sin fin de cosas más que sólo disfrutarás si juegas en susodichas consolas, ya que en PC tampoco está disponible.
Dentro de MyTeam tendremos las clásicas opciones tanto para jugar online como offline. Destacan las dos nuevas modalidades añadidas en este modo: Draft, en el cuál jugaremos una serie de partidos con cartas con fecha de caducidad y Los 100 triple amenaza, en el cuál deberemos ganar el mayor número de partidos posible, sumándose los puntos que encajemos sucesivamente hasta llegar a 100, cuántos más partidos ganemos, mejor será la recompensa. Este modo de juego es el que más horas de juego puede llegar a darnos en nuestro afán de conseguir las mejores cartas, eso sÃ, el punto negro es que los micropagos siguen estando muy presentes y no es fácil competir contra quienes tiran de billetera para conseguir los mejores cromos si nuestro tiempo de juego es pico, pala, es decir, jugar, jugar y jugar para conseguir esas tan ansiadas monedas.
Mismo core, pequeños retoques
La jugabilidad sigue siendo casi la misma de siempre retocando algunos aspectos que han vuelto a retocar para retocarlos otra vez de nuevo. Después de las quejas con el cambio de tiro del año pasado, se ha vuelto a la barra de sincronización, aunque no sólo será acertar en la parte correcta, posición del jugador, defensa y demás factores serán tenidos en cuenta para que nuestro tiro acabe sumándose al marcador. También se ha retocado la parcela ofensiva del juego y la defensiva, haciendo que el juego no sea tan correcalles como alguno de los anteriores. Hay que mencionar que es un juego exigente, no es un juego arcade y que los más novatos pueden verse abrumados por la cantidad de posibilidades jugables que existen en el juego y que, para sacarle todo el jugo, hay que dedicarle horas.
Qué decir que no se haya dicho del aspecto gráfico de la franquicia, que desde su primera entrega ha hecho gala de unos gráficos apabullantes y esta vez no es menos. Con la nueva generación, se ha dado un nuevo paso más allá, si es que era posible, pero parece que sÃ. Lo que nos encontramos es una recreación magistral de los jugadores unos pabellones con mucho ambiente, reflejos, gotas de sudor, un altÃsimo nivel de detalle, como nos tiene acostumbrados la franquicia.
