Utawarerumono: Mask of Truth

El épico desenlace de la historia de Haku y Kuon.

Tan solo algunos meses después de que Koch Media distribuyera en España la novela visual, y en ocasiones juego de estrategia por turnos, Utawarerumono: Mask of Deception, llega ahora su secuela y final, Utawarerumono: Mask of Truth. Empezando exactamente en el punto donde acabó el anterior, la épica saga de fantasía continúa. ¡No recomendado para recién llegados! Ojo: Es imposible hablar de la trama de Mask of Truth sin desvelar detalles del final de Mask of Deception, así que ¡esquivad el siguiente párrafo si aún estáis pasándooslo!

Algo se muere en el alma...

Tras un viaje de varias decenas de horas en Mask of Deception, la historia de Haku, el chico amnésico que despertaba en mitad de la nieve, y su rescatadora, la peculiar Kuon, alcanza un clímax espectacular. Tras colaborar con Oshtor para desenmarañar las intrigas que se urden en las sombras de la corte de Yamato, no podremos evitar la muerte del Mikado y el secuestro de la legítima heredera del trono. Este divertimento acabará con la vida del fiel Oshtor, que en su último aliento, le confiará a Haku la dolorosa misión de suplantarle, derrocar a la falsa princesa Anju de Yamato y acabar, de una vez con todas, con todos los enemigos del reino. Por otro lado, Kuon, gravemente enferma tras el uso de sus recién descubiertos poderes, despierta en la corte de Tuskur. Por fin se aclararán sus orígenes, ya que Kuon no es una vagabunda cualquiera... es parte de la familia real de Tuskur, primogénita en la línea sucesoria, Scion divina. Kuon, convencida de la muerte de su más que amigo Haku, se ve entonces entre la espada y la pared, teniendo que elegir entre liderar el ejercito de Tuskur, siendo leal a su pueblo, su familia y su gente, o ayudar a todos aquellos amigos que hizo en Yamato.

Aunque parezca mentira, todo esto que narro no son más que los primeros 30 minutos de juego, ya que aunque no tendremos una reseña como tal de los acontecimientos del anterior Utawarerumono, el mal estado de Kuon y su recuperación nos servirán para refrescarnos la memoria, desde el momento en el que la chica decide irse de la corte para tener un momento de libertad antes de atender a sus deberes militares y religiosos, hasta la emotiva despedida de Kuon y Haku, estando este ya escondido tras la máscara de Oshtor. Creo que empieza a intuirse ya, pero por si acaso, lo dejaré claro.

Si estáis ojeando que tal este jueguillo para pasar el rato, dejadlo ya. Inmediatamente. Volved atrás. Utawarerumono no es una saga en la que las tramas entre un juego y el siguiente son apenas unos retazos de trasfondo que se dejen notar en alguna u otra conversación. La historia continúa tal cual, y el juego cuenta con que ya conocemos al más que extenso plantel de personajes que se mueve en el conflicto entre Yamato y Tuskur. Y al igual que no sería apropiado que empecéis a leer Canción de Hielo y Fuego empezando por el último libro, os recomiendo encarecidamente que busquéis el anterior juego, Mask of Deception, echadle las más de 50 horas entre historia y extras que tiene, y entonces, volved.

Si ya sois conocedores del viaje de estos dos peregrinos, sólo os adelantaré qué vais a disfrutar como enanos con la historia de Mask of Truth. Si el anterior juego sentaba las bases de este mundo postapocaliptico, y nos explicaba los orígenes de este mundo de fantasía, mucho más relacionado con nuestro propio futuro de lo que pueda parecer en un primer lugar, Mask of Truth se deshace en explicarnos los pequeños detalles. El conflicto armado entre los dos reinos y las intrigas internas nos harán viajar por todo tipo de parajes, telones de fondo ideales para grandilocuentes discursos políticos, y las típicas tópicas conversaciones en los baños termales. A fin de cuentas, es lo bueno de ser la secuela de un juego con tanto texto: en esta segunda vuelta, Aquaplus se centra en desarrollar aun más los personajes y regalarnos esos giros de guión que nos dejaron locos en la primera entrega, y repartir nuestro tiempo tanto en la trama seria como en los momentos de diversión y del día a día de nuestros queridos personajes.