Tanto la presentación del título, secuencias CGI y aspecto general, es descuidado y genérico. El juego se desarrolla en un marco falto de elegancia, fácilmente olvidable y que no se ve apoyado en un apartado gráfico a la altura: las texturas nos parecerá que están en baja definición en algunos momentos (especialmente si estamos acostumbrados a los juegos de verdadera nueva generación), la carga poligonal es insuficiente, generando paisajes vacíos e irremediablemente con claras señas de falta de tratado, tanto artístico como técnico. Las ralentizaciones están a la orden del día, en una ya de por sí demasiado baja tasa de refresco.

Tecnicismos aparte, el problema de Conflict es el desarrollo, con un nulo sentido del ritmo: avanzar por los niveles se basa en acribillar a enemigos, dotados de una nula inteligencia artificial. Desgraciadamente, la baja tasa de intelectualidad no sólo se muestra entre las filas enemigas: las acciones de nuestro compañero, claves a la hora de desarrollar el juego, muestran una incoherencia exasperante: se pondrá a disparar al enemigo sin protección como un kamikaze, se perderá por el escenario, en escasas ocasiones se sitúa donde debería y no tiene ningún sentido de la estrategia ni la co-operación real. Esto se puede solucionar, cierto es, mediante un compañero “físico”, ayudando a sumar enteros al conjunto aunque de por sí el desarrollo es demasiado lineal y poco satisfactorio. El concepto es cierto que de ser desarrollado podía ser interesante: ambos soldados tienen características que lo hacen único: uno es experto en armas pesadas, siendo más estable en el combate cuerpo a cuerpo y tiene la capacidad de curar a nuestro compañero mientras que el otro es experto en disparos de precisión y en activar y desactivar explosivos. La mala ejecución del concepto (que hace que de prácticamente igual lo mismo jugar con uno que con otro) entumece su único aliciente real.

La banda sonora es otro aspecto que aunque cumple, no destaca por tener “sello” ni por una excesiva calidad. Las melodías compuestas para el juego siguen el corte épico y militar de otros juegos del género, aunque en ciertos momentos sí que logran adaptarse a la acción con cierta fluidez. Los efectos sonoros cumplen y el doblaje es reseñable más por su inclusión que por su producción.

Completar el juego entero puede llevarnos aproximadamente 7 horas, no es mucho para un videojuego moderno aunque hay que tener en cuenta la competencia, no muy ducha en esto de alargar los juegos. Lamentablemente si que se nota la reiteración en los niveles y algún que otro paseo innecesario por los niveles que parece ocultar un desarrollo de niveles poco trabajado. El modo multijugador está igual de trillado que el resto del juego, siendo una vorágine deathmatch que no aporta nada comparándolo con la ardua competencia.

En definitiva, un juego que anda en el filo de la navaja de la más pura mediocridad (aspecto gráfico desfasado, nulo desarrollo, errores de la IA, dificultad desajustada etc.) pero cae en el abismo de forma muchísimo más estrepitosa por culpa de la irrefutable y evidente calidad de otros títulos similares publicados recientemente.

Puntuaciones

Gráficos: 4.0

Sonido: 6.5

Jugabilidad: 4.0

Duración: 5.5

Multijugador: 6.5

Historia: 3.0

TOTAL: 4.0