Lo reconozco, los shooters no me van. No son
mi género de juego predilecto y en caso de que alguno me divierta, son
escazas excepciones, como Gears of War. Pero Splatoon me encantó desde
la primera vez que lo vi, llevo jugándolo desde que lo abrí al menos un
par de horillas cada día. Variedad de armas, escenarios, todo condensado
en la clásica diversión y visión de Nintendo sobre los shooters.
Cómo
gran fan de la saga, me veo obligado a incluir el título en mi lista.
No ha resultado ser un juego redondo (la tensión y problemas entre
Kojima y Konami afectaron claramente al desarrollo, obteniendo al final
un producto incompleto como se ha acabado demostrando) y esperaba mucho
más de él. Se vuelve repetitivo, tedioso y no me parece el diez que le
han otorgado muchos medios. Pero reconozco que, gracias a su
jugabilidad, no lo solté en las más de 140 horas de juego que me costó
completarlo. Gracias por todo Kojima, te echaremos de menos.