Dead Space 2

Isaac, aún no hemos acabado contigo…

Después de una excelente primera parte que encandiló a crítica y usuarios por igual, Electronic Arts y Visceral Games vuelven a la carga con la secuela del primer Dead Space, ofreciéndonos esta vez un juego con mucha más acción, más miedo y tensión que nunca. Pero no serán las únicas novedades, pues ahora Isaac contará con nuevas armas y habilidades que le ayudarán a luchar contra la pesadilla que comenzó para él en USG Ishimura y que lo lleva perturbando hasta el mismo día que se despertó 3 años después del coma en la ciudad de Sprawl, situada en una de las lunas cercanas a Saturno. Por desgracia para él, la pesadilla no ha hecho más que comenzar otra vez, pues la ciudad está siendo atacada por una plaga de Necromorfos que vuelve a revivir para nuestro protagonista los sucesos ocurridos en Aegis VII y el USG Ishimura.

El primer contacto con el personaje después de tanto tiempo es bastante positivo, pues respeta la jugabilidad de la primera entrega en lo que a movimientos y control se refiere, pudiendo utilizar la cámara como queramos con el stick derecho y moviéndonos en cualquier dirección con el izquierdo. En cuanto a las armas disponibles que se nos permitió usar, teníamos tres de la anterior entrega y una totalmente nueva parecida a una jabalina. Esta arma nos permitía poder clavar a los Necromorfos en la pared de un solo disparo, aunque es mejor no fiarse de que el enemigo ensartado esté muerto totalmente. En cuanto a las otras tres armas, repetíamos impresiones con el cañón lineal, el rifle de impulsos y nuestra querida y añorada cortadora de plasma que poseen básicamente los mismos atributos que en la primera entrega, incluidos los disparos secundarios.

También es de destacar la velocidad con la que Isaac puede ahora pisotear y atacar físicamente a los enemigos, pues sus movimientos se han vuelto mucho más rápidos y precisos. Otra novedad importante es el uso de los botiquines que recuperarán nuestra salud, pues en esta entrega solo deberemos pulsar un botón para que nuestro personaje se recupere automáticamente con el botiquín más pequeño de nuestro inventario.

En cuanto a las habilidades del personaje, se ha mejorado bastante el uso de la telequinesis para ralentizar a unos enemigos que han ganado mucho en variedad y rapidez. Además de para usarla contra los enemigos, también tuvimos que usarla en uno de los primeros puzles del juego, que parecen haber ganado en interés con esta entrega. En el debíamos usar nuestra habilidad para ralentizar los objetos a la vez que usábamos nuestro impulso para mover unas palancas que acoplar al objeto ralentizado. Si no éramos lo suficientemente rápidos, las palancas se soltaban y debíamos volver a comenzar el trabajo. Otra gran novedad es el poder movernos libremente por los entornos de gravedad cero gracias a las características de nuestro nuevo traje de combate, que vendrá con unos propulsores incluidos.

En cuanto a los Necromorfos, el procedimiento para acabar con ellos sigue siendo el mismo que en el anterior juego, pues el desmembramiento es la única posibilidad segura de acabar con nuestros enemigos rápidamente y sin quebraderos de cabeza. Estos se han vuelto un poco más inteligentes que antes, pues en esta secuela buscan siempre la manera de atacarnos sin que los veamos venir,  sobre todo usando la oportunidad de llegar a nosotros por la espalda. Y entre otras cosas, lo más destacable es la sensación que tenemos siempre de que un enemigo nos puede salir de repente en cualquier momento, llevándonos más de un susto en determinados momentos preparados. Otro detalle que tenemos que tener en cuenta, es que los enemigos que eliminemos podrán ser pisoteados por Isaac para encontrar objetos, entre los que destacan los créditos, botiquines y la importante munición.