No podemos dejar pasar la oportunidad, dentro del
campo de sonido, de felicitar al grandísimo Charles Martinet por la
excelente interpretación que hace encarnando, de nuevo, al Hermanísimo.
Conseguir insuflar tal viveza y carisma a un personaje sólo a través de
gemidos, murmullos o palabras sueltas es un mérito que no queríamos
pasar por alto.

La torre de los desafíos
No hay nadie más
escéptico a la hora de recibir un juego que aquel que lo espera con
ansia. Y a medida que los retrasos empujaban mes tras mes el lanzamiento
de Luigi’s Mansion 2 los temores se acrecentaban. El anuncio, a
principios de 2013, de que el juego tendría un modo multijugador tampoco
sentó demasiado bien entre los fans. Las anteriores decisiones de
incluir modos para varios jugadores en aventuras claramente enfocadas al
juego en solitario no habían cuajado demasiado bien. Pero ahora que lo
tenemos en nuestras manos hemos de decir que nos ha gustado mucho el
enfoque final.
Existen tres modos de juego diferentes, aunque
similares entre sí. El nexo común entre todos ellos es que caeremos en
una mansión con habitaciones (creemos que generadas de forma aleatoria
para que siempre sean diferentes) y en ellas podremos cazar fantasmas,
aunque éste no siempre es el objetivo final. El Modo Caza es el más
básico de todos ya que nos limitaremos a buscar y capturar todos los
fantasmas de cada planta de la torre, siendo éstos más poderosos y
numerosos a medida que ascendemos. El Modo Tiempo nos ofrece una
vertiginosa contrarreloj en la que tendremos que buscar la salida de la
mansión mientras que rebuscamos en cada rincón para conseguir relojes
que nos permitan aumentar el límite temporal que se pone a nuestra
disposición.
Finalmente nos encontramos el Modo Ectochuchos, una
variante de la Caza que consiste en cazar los perros fantasma que hay
diseminados por el escenario, con la particularidad de que, para
encontrarlos, habrá que utilizar el desoscurizador para seguir sus
huellas y encontrar su escondite. Todos estos modos son contrarreloj y
ponen a nuestra disposición diferentes objetos sacados del modo historia
que afectarán a la jugabilidad y al resultado de las partidas: desde
bombas, gafas desoscurizadoras, potenciadores de la Succionaentes e
incluso trampas de las que sólo podremos liberarnos con ayuda de alguno
de nuestros compañeros de juego. Es una pena que no podamos comunicarnos
con ellos a través de la voz y sólo contaremos con 4 frases prefijadas:
“Oye”, “Socorro”, “Gracias” y “Buen trabajo”.

Lo que menos nos
ha gustado es que no se nos da información sobre el estado de nuestros
amigos o que no hay demasiadas opciones de configuración. Pero en
cambio, para aquellos que tengan a varios amigos, se puede jugar en el
modo descarga sin ningún tipo de restricción para los que no tengan el
juego. Las opciones posibles serán: el número de niveles a jugar
(pudiendo elegir un número ilimitado, hasta que todos los jugadores se
queden sin corazones), la dificultad (normal, difícil y experto) y el
tipo de juego. También echamos de menos, como es habitual, la
posibilidad de compartir nuestros mejores registros del modo historia
con nuestros amigos o a través de StreetPass. No nos cansamos de repetir
que el sistema utilizado en Super Mario 3D Land es el modelo a seguir.
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