Si acaso esto os acaba de sonar a chino, merece la pena recordar
que el manga de One Piece nos cuenta la historia de Monkey D. Luffy, un
chico que sueña con ser el rey de los piratas, y asà poder surcar los
mares con su gran amigo Shanks el pelirrojo. Sin embargo, Luffy se
caracteriza por su impetuosidad, y de pequeño consume una nuez de
Belcebú, una fruta capaz de otorgar poderes a quien se la coma... a
cambio de perder toda su fuerza al contactar con el mar. Luffy adquiere
asà los poderes del hombre de goma, pudiendo estirar sus extremidades a
placer, y atacando de formas muy vistosas.
Su forma de atacar se
traduce tal cual al juego como si de un beat'them'up se tratase, pero
simplificado. Dispondremos de un botón para atacar y otro para
defendernos, aunque pulsando en la cruceta podremos cambiar la forma de
combatir de Luffy, pudiendo ser más agresivos, más ágiles, o utilizar su
4th Gear. Conforme derrotemos marinos y cumplamos favores, obtendremos
experiencia que podremos utilizar para recordar habilidades, como el
Gomu Gomu no Gatling, un ataque en el que Luffy atacará con la fiereza
de una metralleta, o nuevas técnicas, como una que nos permitirá flotar
levemente en el aire, usando nuestras piernas a modo de helicóptero. Si
bien el juego no parece dar mucho juego en el combate cuerpo a cuerpo,
Luffy también podrá usar sus puños a modo de "pistola" como si de un FPS
se tratase, atacando asà a cierta distancia a nuestros enemigos.
Ritmo irregular
Está
claro que un individuo tan particular como Luffy no tiene ni para
empezar cuando combatamos a gente de la marina o a piratas rivales, pero
la gracia está en las misiones principales del juego, donde
combatiremos contra otros usuarios de las nueces de Belcebú. Pero
lamentablemente, no siempre será asÃ. Personalmente, el juego va a dos
velocidades. Primero está la historia, con misiones bien hiladas,
adversarios a la altura y momentos épicos, y luego están las misiones de
búsqueda y recolección con acciones innecesariamente lentas, como la
apertura de cofres, que parecen ser más un "castigo" por el cual pasar
antes de seguir disfrutando antes que una misión en sÃ. De esta forma,
One Piece World Seeker va alternando entre momentos de puro fan service
para los seguidores de los piratas del sombrero de paja, y fases
extraÃdas de un juego de mundo abierto del montón.
Además, el
fantasma de la repetitividad no tardará en acosarnos, entre la
simplicidad del combate, la lentitud a la que iremos desbloqueando
nuevas habilidades, y la decisión del equipo de centrarse única y
exclusivamente en Luffy. El resto de tripulantes del Thousand Sunny
serán meros secundarios en esta aventura que sólo servirán para darnos
misiones de vez en cuando. Y no puedo evitar que me dé algo de rabia. Si
algo le sobran a One Piece son personajes increibles y variados, con
habilidades chulÃsimas. Con lo bien que hubiera estado partir la pana
con el santoryuu de Zoro o los inventos de Franky...
Tampoco me
termina de encajar en el tÃtulo la aparente obsesión del equipo de
desarrollo con el sigilo. Es una tendencia en los videojuegos ofrecer
casi siempre una bonificación si somos capaces de escabullirnos, pero
hay que reconocer que nuestro hombre de goma no pega en esos papeles. A
Luffy lo que le va es llegar de un salto, pegar un golpe y mandar a todo
el mundo por los aires. De hecho, los propios controles ni siquiera
permiten algo como agacharse o ir despacio a propósito, aparte de mover
un poquito el stick. Y sin embargo, al mismo tiempo, el tÃtulo espera de
nosotros que seamos capaces de infiltrarnos en una base de la Marina
sin que nos pillen, o que pasemos desapercibidos por la ciudad si no
queremos que nos acribillen a disparos. Es bastante raro y frustrante,
si le seguimos el rollo al juego, claro.
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