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 El movimiento libre del personaje por el escenario a base de 
stick es un gusto, al menos para alguien que estaba cansado de los 
desplazamientos a base de clics sobre el escenario. También se incluyen 
elementos de aventura casi plataformera en los que tendremos que escapar
 de enemigos u ocultarnos de ellos mientras buscamos una salida a 
nuestra situación, dándose el caso de que podremos morir, lo que nos 
obligará a reiniciar desde el último punto de guardado. El juego guarda 
nuestro avance de forma automática cada vez que damos un nuevo paso, por
 lo que nunca nos veremos obligados a repetir grandes tramos.   
    
  Tener
 como cabeza una bombilla es algo más versátil de lo que puede parecer a
 simple vista. Y es ésta capacidad de adaptación la que permite que se 
nos ofrezcan situaciones muy variadas cada poco tiempo, consiguiendo que
 la experiencia de juego evolucione, transformando así la forma en que 
afrontamos los desafíos entre diferente ambientes. 
  Limitaciones de ser una bombilla
  A
 pesar de todas sus virtudes, tenemos que reflejar alguna que otra 
carencia, quizás heredada de su perfil como juego de PC y móviles que 
fue portado más tarde a consolas. Su duración es escasa, siendo difícil 
que alguien acostumbrado tarde más de dos horas y media en completar la 
aventura. El hecho de ser completamente lineal, limitando a una única 
sala cada sección de juego, es quizás su mayor problema ya que evita 
crear puzles más complejos y situaciones de desconcierto y en el jugador
 ante la ausencia de una exploración real de escenarios. 
  Los 
puzles basados en utilizar objetos, gestionados con un simple y 
brillante control de inventario, no dejan lugar a la imaginación y son 
demasiado evidentes, a pesar del carácter onírico y fantástico del sueño
 que bien podrían haber dado paso a situaciones más surrealistas. 
También la exploración se ve limitada por el número de objetos 
interactuables, que se limitan casi sin excepción, a todos aquellos que 
necesitaremos para avanzar. Esperábamos algo más complejo y enrevesado 
de este punto.  
    
  Conclusiones
  Bulb Boy cuenta con una 
ambientación soberbia, un estilo gráfico propio y su protagonista es 
especialmente carismático. Deja con ganas de más a costa de una duración
 escasa, pero el camino está marcado y el buen hacer de Bulbware 
promete.
 
 
Puntuaciones
Gráficos: 9.0
Sonido: 9.0
Jugabilidad: 8.0
Duración: 6.0
Multijugador: 0.0
Historia: 8.5
TOTAL: 8.0
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