Amigos y enemigos
Mediante un código de color se
distingue entre elementos “amigos” (verdes), que no hacen daño, y
“enemigos” (rojos), que te matan de un golpe. Y uso la palabra elementos
porque no solo son los personajes los que siguen este código, sino
también los niveles en sí. Por ejemplo, puede que haya una sección del
suelo roja, que si pisas, tendrás que repetir el nivel; o un enemigo
verde que al tocarlo en vez de morir des un salto.

Los mundos y los niveles
Hay
100 niveles repartidos en cinco mundos. Los niveles constan de cuatro
secciones a batir, que ocupan la pantalla (es decir, la cámara es fija,
no es un “side scroller”, algo que lo diferencia de Super Meat Boy). En
estas secciones hay que llegar a un cartel esquivando obstáculos y
enemigos, que nos llevará a la siguiente sección. Eso sí, si algo nos
sale mal reapareceremos en la sección en la que nos encontrábamos, pero
si pulsamos el botón de reiniciar nivel del menú empezaremos desde cero…
Los niveles están muy bien hechos. En la primera sección de cada nivel
nos introducirán una nueva mecánica con la que tendremos que lidiar para
acabarlo, pero conforme vamos superando secciones aparecerán nuevas
aplicaciones de esta mecánica. Además van reapareciendo en niveles
posteriores.
Pensado para los speedrunners
Este juego
tiene muchos elementos que fomentan los speedruns. Además de los trofeos
que mencioné antes, hay modos de juego que cronometran tu partida y
ponen condiciones como no morir una sola vez o coger todas las manzanas.
Además hay una leaderboard implementada en la que se publican los
últimos récords. Y luego también está el modo boss rush, en el que te
enfrentas a los jefes del juego de forma seguida. Todo esto hace que sea
un juego competitivo y con un gran potencial para rejugarlo e intentar
batir tus récords o los globales.
Gráficos muy simples…
…pero
no por ello malos. De hecho su simpleza es un punto a su favor, ya que
de un vistazo sabes si un obstáculo te puede matar o no mirando sólo su
color. Recuerda un poco en este sentido a Downwell, de hecho también
cuenta con paletas que cambian el aspecto del juego a, por ejemplo, uno
de Virtual Boy, o de Gameboy, y que se compran con manzanas en la
ciudad.

La música es bestial
Si eres un fan de la música
electrónica este juego te volverá loco. Tiene canciones muy pegadizas
que van cambiando según el mundo en el que te encuentres, y pegan mucho
con la naturaleza frenética del juego. Se usan muchos sonidos “chiptune”
que aportan a la estética retro y simple. Muchas veces he tenido que
repetir niveles una y otra vez porque me salían mal y la música no se me
hizo repetitiva ninguna vez.
|
|
|