| 
 Para esto, se nos permitirá tardar hasta 30 dÃas. Tras 
conseguirlo, el Anciano nos obligará a tomar parte en el examen de 
acreditación de alquimistas, el cual se celebrará al cabo de 360 dÃas, y
 al que solo nos podremos presentar si conseguimos las suficientes 
cartas de recomendación de otros alquimistas. Esta será nuestra segunda 
gran prueba, ya que de fallarla, seremos obligados a volver a la ciudad 
de Ertona y nuestras aventuras se acabarán para siempre. El tercer 
segmento del juego no se encuentra limitado de ninguna manera por el 
tiempo, permitiéndonos jugar todas las misiones secundarias que, sin 
duda, dejaremos de lado en nuestra partida principal. 
   
  ¡Llego tarde, llego tarde!
  Como
 ya conocerán los fans de la saga, la dificultad y unicidad de la saga 
Atelier no se debe a sus enemigos, entornos, puzzles o personajes, sino 
se lo debe todo a su curiosa implementación de la gestión del tiempo. 
Casi cualquier acción que hagamos hará que nuestro reloj avance, 
imparable. Andar, correr, recoger ingredientes, pelear, hablar con 
gente, entrar en edificios, sintetizar objetos... cada cosa que hagamos 
consumirá un poco más del lÃmite de tiempo que se nos ha impuesto. 
Además, me llama personalmente la atención la simplicidad con la que se 
aborda en esta nueva entrega el lÃmite de tiempo, ya que las misiones 
como tales no caducarán al cabo de ciertos dÃas, sino que sólo tendremos
 que preocuparnos de la fecha para el examen de alquimista. 
  Esto
 tiene sus cosas buenas, ya que se acabó el problema de las misiones que
 se caducan porque tardamos un dÃa o dos de más en salir de la mazmorra 
que toque, pero  también supone una fuente de relativa ansiedad, al no 
saber muy claro inicialmente si estamos avanzando adecuadamente. A fin 
de cuentas, sabemos que el examen se celebrará en un año. Pero no 
sabemos cuánto tiempo nos costará conseguir las cartas de recomendación,
 o siquiera llegar a la ciudad donde se celebra el examen.
  Dejando
 este mecanismo de lado, el juego es un RPG nipón relativamente sencillo
 que basa la mayorÃa de su jugabilidad en la no-violencia. Como 
alquimistas, y mucho más en esta entrega, tendremos que explorar 
hermosos valles, cumbres nevadas y oscuras cuevas, siempre atentos para 
conseguir nuevos ingredientes. Estos ingredientes aparecerán picando 
piedra, agitando arboles, o simplemente, en puntos de recolección que se
 regeneran cada cierto tiempo, o al salir y entrar de edificios. Con 
estos ingredientes seremos capaces de sintetizar diferentes objetos en 
base a recetas que nos den otros personajes al hablar, al cumplir 
misiones, o que se le ocurran a la propia Firis tras recoger los 
suficientes materiales. Estos objetos servirán para ser utilizados a su 
vez como ingredientes de recetas más complejas, o directamente, serán 
parte de los requisitos de alguna de las misiones que nos den los 
diferentes habitantes de los pueblos y ciudades que recorreremos. 
   
  Que
 el juego sea pacÃfico y relajado no quiere decir que no exista combate,
 si bien es verdad que la tÃpica pelea contra jefe no tendrá mucha 
cabida en el viaje de Firis. Nos encontraremos desde los enemigos más 
monos posibles hasta fieras bestias que son sólo recomendables para 
cuando estemos ya en la última parte del juego. No podremos evitar los 
combates, ya que ciertos ingredientes sólo se conseguirán cazando 
ciertos monstruos, pero tampoco debemos centrarnos en ello, no sólo por 
su coste en tiempo sino porque la auténtica progresión del personaje se 
conseguirá mediante el nivel de alquimista, el cual mejorará conforme 
sinteticemos objetos, siendo la mejora de atributos fÃsicos algo 
relativamente secundario. 
 
 | 
 | 
 |