| La esperada secuela "espiritual" de uno de los mejores juegos de estrategia de todos los tiempos está aquÃ, y con novedades. ¿Vuelve a redefinir el género? Los aficionados a los juegos de estrategia en tiempo real, los realmente 
"hardcore" siguen jugando a un juego desconocido para el gran público, un juego 
que marcó el camino a seguir hace diez años: Total 
Annihilation.El 30 de Septiembre de 1997 salió de la nada un tal 
Chris Taylor (en una compañÃa llamada Cavedog Entertainment), que más tarde se 
hizo famoso para el gran público tras crear los Dungeon Siege en su propia 
compañÃa, Gas Powered Games. Entre otras novedades, Total Annihilation incorporó 
terrenos en tres dimensiones que afectaban de verdad al desarrollo del juego, y 
no eran solamente algo estético. Los juegos de estrategia en tiempo real nunca 
volverÃan a ser lo mismo.
 Tras los Dungeon Siege Chris se puso a diseñar este Supreme Commander, lo que 
suponÃa una vuelta al género que lo hizo famoso, creando una secuela 
"espiritual" (no posee los derechos de TA) que todos los amantes de este tipo de 
juegos llevábamos esperando demasiado tiempo con unas expectativas tal vez 
demasiado altas. 
 Historia y unidades.SupCom (la abreviación que se usa en 
los cÃrculos de fans) ocurre en un futuro distante en el que tres naciones, los 
Aeon Illuminate, los Cybran Nation, y los United Earth Federation, se disputan 
el control de la galaxia y sus recursos.
 Las unidades principales son los 
Armoured Command, una especie de "Mech" enormes que componen el grueso de 
nuestra fuerza de ataque y defensa. Tendremos además las edificaciones 
habituales en este tipo de juegos, que comparten con los Armoured Commands uno 
de los cuatro niveles tecnológicos disponibles a lo largo de las partidas.
 En juego.La primera partida a SupCom os la auguramos 
frustrante: es tal la cantidad de recursos a administrar y tan grande el campo 
de batalla que nos podemos sentir sobrepasados. Este juego no da ni un solo 
segundo de descanso, siempre pasa algo en algún frente, siempre hay algo que 
construir, siempre hay algún enemigo a las puertas de lanzarnos un ataque 
devastador e inesperado…
 
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