Desde que Sonic Drift llegó a Game Gear en 1994, SEGA ha intentado trasladar la velocidad del erizo azul al terreno de las carreras, con resultados cada vez más refinados y ambiciosos. Fue con Sonic & SEGA All-Stars Racing (2010) y sobre todo con Sonic & All-Stars Racing Transformed (2012) cuando la franquicia encontró su mejor versión, combinando acción arcade con transformaciones dinámicas de vehÃculos y circuitos inspirados en clásicos de SEGA. En 2019, Team Sonic Racing apostó por el juego cooperativo por equipos y mecánicas de ayuda entre personajes, manteniendo una buena recepción, pero sin alcanzar el impacto de su predecesor.
A esto le sumamos que las rutas no son lineales sino que podemos tener cierto dinamismo, usando atajos distintos, por ejemplo, los cuales activan las funciones de nuestro vehÃculo alternativas como por ejemplo volar. El uso de estos atajos o no, dependerá de nuestra elección porque no siempre son clave o incluso nos puede perjudicar, pero desde luego le da un dinamismo y eso se agradece.
Hablando de turbos, la pista está plagada de ellos y muchos sirven no solo para tener ese pico de velocidad sino para llegar a rutas alternativas. No nos olvidemos de las acrobacias, que si las ejecutamos bien nos darán otro empujón extra. Pero la clave no es solo ganar la carrera sino hacerlo con el mayor número de anillos o rings, que son necesarios para otra mecánica del juego y cuidado porque al menor golpe, perderemos unos cuantos. Para no golpearnos precisamente, lo suyo es hacer uso del derrape, eso nos cargará otros turbo pero además nos evitará choques innecesarios.