Uno de los primeros detalles que nos sorprenderán del tÃtulo será la posibilidad de jugar dos historias radicalmente distintas desde el principio. Podremos jugar al tÃtulo como Chloe, una estudiante de dieciocho años que recibe una misiva de su padre explicándole que debe confesarle toda la verdad sobre la muerte de su madre, o como James, su padre, que debe investigar el motivo por el que supuestamente su hija ha matado a alguien. Si bien la localización es la misma para los dos, la trama y los puzzles variarán tremendamente, aportando cada una su propio granito de arena sobre los sucesos acaecidos en la mansión Beresford.
Mi único problema con la forma en la que se presenta la historia es que, si bien tiene ese toque tÃpico de Silent Hill, de personajes a priori desconocidos e irrelevantes que parecen tener mucho más que ver con el lugar maldito que exploran de lo que parecÃa en un primer lugar, la manera en la que empiezan a involucrar a ambos personajes en todo lo que sucede no termina de ser muy creÃble. En mi opinión, es por falta de escenas animadas que le den algo de emociones a los personajes. Esto no quiere decir que el tÃtulo no disponga de ellas, en absoluto, por ejemplo, Chloe descubrirá nada más llegar a un gigante que lleva a su padre ensangrentado como si fuera un saco de patatas, al más puro estilo Haunting Ground, momento en el que la chica decidirá rescatarle.
Sin embargo, pronto comenzarán los problemas, y no veremos una reacción "realista" por parte de la chica cuando comencemos a toparnos con cadáveres, montones de cadáveres, o incluso zombies que se lanzarán sobre nosotros. Está claro que a un jugador de este tipo de juegos este tipo de detalles le importan un bledo... a fin de cuentas, hemos venido a pasarlo mal, y darnos la vuelta nada más empezar parece ser lo último que harÃamos. Pero que los personajes actúen como si este tipo de sucesos fueran lo más normal del mundo pondrá en aprietos a nuestra suspensión de incredulidad.
Grandiosos efectos de iluminación, pese al poco presupuesto