Han pasado 4 años desde la llegada de las experiencias de realidad virtual a nuestros hogares. Desde entonces hemos disfrutados de unos pocos juegos de calidad que destacaban en un catalogo infestado de experiencias horripilantes. Entre los buenos, han destacado las producciones de Valve, una de las principales precursoras de esta nueva tecnología, con The Lab y ahora con Half-Life: Alyx. Hoy analizamos el segundo título, que toma el nombre del personaje Alyx Vance aparecido en Half-Life 2. Toda una declaración de intenciones de la “empresa del gas” que sigue apostando por la RV con sus mejores armas.
Rizando el rizo
Su historia nos lleva a los sucesos anteriores a Half-Life Episodio 2 y resultan una excusa perfecta para presentarnos una enorme cantidad de entornos, situaciones y personajes diferentes. De hecho, es de los pocos juegos VR capaces de mostrar humanos y otras criaturas de manera convincente, sin que les vemos las “costuras”. Algunos son aliados y otros enemigos, pero lo que guardan en común es el gran trabajo estético y de guion que hará que les recordemos tiempo después de haberlos conocido. ¡Saludad a Jeff de mi parte!
Entre las situaciones que nos plantea su campaña, encontramos una mayoría de naturaleza expeditiva, otras tantas de acción con tiroteos, otro tanto de darle al coco para encontrar la manera de progresar, una buena ración de horror-survivor y una pequeña dosis de humor y espectáculo por parte de sus escenas menos interactivas. Si alguno os preguntáis si el guion es coherente con los anteriores títulos de su universo, os invito a que la disfrutéis personalmente para entender el buen gusto de sus guionistas y el compromiso de Valve por hacer aún más grande este mundo interdimensional. Un mundo interactivo
Pero, ¿cómo controlamos a la protagonista? Sencillo: nos movemos con la clásica opción de teletransporte, mediante movimiento continuo o, si contamos con una estancia de generoso tamaño, podemos andar de manera natural sin sufrir un descalabro. Las manos van a cada mando y con ellos, cada mano de Alyx. Podemos coger objetos, soltarlos, lanzarlos, pero también podremos simplemente pulsar o chocar las cosas con nuestras extremidades.
El juego esta plagado de pequeños juguetes interactivos, prácticamente todo se puede coger, desde rotuladores que pintan, hasta cosas que rebotan con convincentes físicas, pasando por toda clase de sorpresas de baja repercusión individual, pero que en conjunto ayudan a mantener la credibilidad sobre el entorno. La principal mecánica de HLA es la de uso de los guantes de agarre magnético. Estos nos permiten atraer objetos lejanos a nuestra posición, como si tiráramos de ellos con un cable invisible. Se trata de una utilidad muy cómoda e intuitiva, que ayuda a no tener que acercarse a todo lo que queremos coger, a la vez que se vuelve realmente divertida de usar.
Un arsenal en tus manos
La segunda mecánica más importante del juego es la de disparar las 3 armas de fuego: pistola, escopeta y ametralladora (más un par de tipos de granadas), que encontraremos en nuestro recorrido. Su selección, mediante un menú holográfico, nos permite tener “a mano” la herramienta que mejor se adapte a cada situación. No son especialmente innovadoras y su uso no dependerá de mucho mas del rango de acción que tengamos o de la munición disponible. Sin embargo, lo que si nos ha parecido interesante es la manera en que manipulamos dichas armas para mantenerlas operativas.
