Si bien el hilo argumental es algo ligero, y relativamente predecible, se nota que la chicha del tÃtulo se encuentra más bien en la interacción con los personajes. No tardaremos mucho tiempo en encontrarnos con Marie, la primera protagonista del primer juego de la saga, traÃda a nuestro mundo por un misterioso agujero interdimensional (¿tendrán que ver estas Reliquias del Sabio?), y poco a poco, con multitud de personajes, tanto protagonistas como secundarios, de los juegos anteriores. Como alguien que ha jugado bastantes de los tÃtulos recientes, ha sido una delicia volver a encontrarme con Totori o Meruru, siendo muy entretenido volver a leer cómo les va, y ver cómo interactúan entre sÃ, pero incluso aunque no hayamos jugado a los tÃtulos más antiguos de la franquicia, no tardaremos en coger cariño a estos personajes, y comprobar que su fórmula ha siendo prácticamente durante todo este tiempo.
Más concreto que un Sim City, sin perder su esencia
Pero dejando el fanservice de lado... ¿Cómo se juega? Ya que llama mucho la atención que un tÃtulo celebratorio de una saga de RPGs no sea, en fin... un RPG. Es cierto que el juego mantiene algunos de los elementos que cabe esperar de un Atelier y un juego de rol nipón, pero su objetivo no podÃa ser más diferente. En realidad nos encontramos ante un juego de gestión de ciudades, a una escala más similar a lo que podemos ver en Anno , Imperivm Civitas o Banished, tÃtulos mucho menores en los que podremos seleccionar el edificio concreto que queramos construir, en lugar de trazas las tÃpicas zonas de Sim City o Cities: Skylines y cruzar los dedos porque salga algo decente de ello.