Nunca habrá suficientes juegos de trenes. Dibujar líneas de ferrocarril (o metro como ocurre en este caso) siempre tiene un toque especial que relaja y engancha a partes iguales. Ahora tenemos la oportunidad de hacerlo a gran escala, sin intrincados manejos de vías, directamente desde el plano, de forma sencilla, caótica y sí, relajante.
Ticket to ride!
Hemos hablado ya en más de una ocasión en algún que otro análisis de cómo tener las raíces en dispositivos inteligentes (smartphones y tablets) pueden dañar (justa o injustamente) la imagen de un juego cuando llega a consolas de sobremesa. Y si alguno está pensado en que éste es otro caso, no se me ocurre uno más injusto que el de Mini Metro. Con los ordenadores como origen, pronto dio el salto a dispositivos móviles, donde cosechó popularidad, o al menos donde yo lo conocí. Hace unos pocos meses daba el salto a la híbrida, siguiendo la estela de muchos antes que él. Pero no estamos ante el típico juego de medio pelo que llega para rascar ventas por su bajo precio y por la popularidad de la consola, si no que Mini Metro viene con los deberes bien hechos. Y con nota.
Su estilo minimalista esconde un juego de puzle procedural de gran calidad, en el que la serenidad y la tensión se unen y bailan acompasados durante cada partida. Cada partida es una ciudad vacía, un lienzo en blanco que se irá dibujando poco a poco. Las paradas de metro van emergiendo con el paso del tiempo, de la misma manera que los caprichosos viajeros se multiplican.
Nuestra labor consiste en unir todas esas estaciones (representadas como formas geométricas blancas) de tal forma que los pasajeros (representados por las mismas formas geométricas que las paradas, pero en color negro) puedan llegar a su destino. Nada más fácil que eso. Obviamente, habrá limitaciones que marcarán fuertemente nuestras posibilidades.
Acero por papel
Líneas, trenes y túneles. Son los tres elementos principales que conformarán nuestra red de metro. Las primeras son indispensables para unir estaciones, limitando así el recorrido que pueden hacer los trenes para cubrir zonas delimitadas. Los trenes recorren las líneas y van recogiendo pasajeros de una estación y depositándola en su destino cuando sea posible. Si no fuera posible, los llevan hasta el transbordo más adecuado. Finalmente los túneles son indispensables para poder atravesar ríos o canales. Están muy limitados y son el elemento más restrictivo del juego, ya que nos obligarán a optimizar la forma en que nuestras líneas recorren el mapeado.
A estos tres elementos principales hay que sumarles los vagones, que nos permiten ampliar el número de pasajero que un tren puede transportar y los intercambiadores. No son muy frecuentes, pero son muy útiles cuando tenemos estaciones en las que confluyen muchos pasajeros (siempre hay un tipo de estación muy raro en el que van a parar todas las líneas). Al final de cada semana se nos obsequiará con dos ítems nuevos. El primero suele ser siempre un nuevo tren, mientras que podremos elegir el segundo entre dos opciones, que serán nuevos vagones, más túneles, líneas, si quedan disponibles, o algún intercambiador.
