Onimusha: Warlords

PC, PlayStation 4, Xbox One, Switch
8.0
Onimusha: Warlords 10 TodoJuegos
Publicado el 21-01-2019 a las 23:33 Página 1 de 3   >>   
Autor: Alejandro "Sandor" Dobeson

La vuelta de Samanosuke.

Si sois fans de Resident Evil, y sólo habéis jugado esos juegos de Capcom, hará unos 15 años que flipasteis en colores, al ver como la saga mutaba de un estilo más que marcado en PSX a una especie de juego de acción en Game Cube. Para todo estos fans, Capcom protagonizó uno de los cambios de registro más sonados de los videojuegos, un terremoto jugable cuyas réplicas aun se notan hoy. No obstante, es posible que tuvierais una PS2 poco después de su lanzamiento, por lo que es posible que ya conozcáis al eslabón perdido de la franquicia de Capcom. Porque no, no fue Devil May Cry, aunque sea indudable que este partiera originalmente de un Resident Evil. Os presento a un título que se ve, se juega, se escucha y se siente como un Resident Evil clásico: Onimusha: Warlords.

Un cuento de terror en la era Sengoku

Onimusha: Warlords se ambienta en la era Sengoku, el convulso periodo histórico japonés en el que tener una espada te daba derecho sobre la vida y la muerte de cualquier campesino. El título gira alrededor de Samanosuke Akechi, un ronin que tiene la suerte de presenciar la muerte de Oda Nobunaga en la batalla de Okehazama (ojo... esto es inventado. No lo vayáis a poner en un trabajo de historia). Tras este evento, Samanosuke recibe una carta de la princesa Yuki, hija de su antiguo daimio, en la que le explica que están comenzando a suceder cosas muy extrañas y temibles en su castillo, y le pide que acuda en su auxilio. Lamentablemente, el joven samurái llega justo a tiempo para ver como unas criaturas demoníacas secuestran a la princesa, por lo que ni corto ni perezoso, decide perseguir a los demonios junto con su compañera ninja Kaede. El objetivo está claro: saber qué está ocurriendo dentro del castillo de Gifu, y salvar a la princesa.

Un Resident Evil con espadas y samuráis

Como fan de los Resident Evil originales de PlayStation, no me podré perdonar jamás el no haber conocido Onimusha hasta demasiados años después de su lanzamiento, ya que bastan apenas cinco minutos a los mandos para que nos demos cuenta de que este título es el auténtico heredero de la experiencia de Capcom en la época de los 32 bits. Por eso, mucha gente en la época categorizaba el título como un survival horror por pura inercia en los albores de la PS2, cuando en realidad, la compañía ya apuntaba maneras, experimentando con nuevas fórmulas jugables más orientadas a la acción en la recién estrenada máquina de Sony.

Pero dejémonos de monsergas. La cuestión es que Onimusha se juega de forma idéntica a un Resident Evil clásico. Es decir, cámaras fijas, movimiento tipo tanque, fondos prerrenderizados, y un inmenso castillo lleno de secretos que desentrañar. La gran diferencia con los títulos de Shinji Mikami es que el juego es notablemente menos tenso, ya que los enemigos no son tan difíciles de matar como los zombies de Resident Evil, y siempre tendremos un arma a mano, ya que nuestra katana es irrompible. Por supuesto, esto también supone que nos encontraremos con bastantes más enemigos de lo que suele haber en un survival horror.



Cuando matemos a un enemigo, este soltará almas que Samanosuke, tras hacer un pacto con los demonios, podrá absorber. Estas almas nos servirán para subir de nivel las diferentes armas mágicas que encontraremos, las cuales nos permitirán tanto hacer más daño, como acceder a nuevas localizaciones, reemplazando de esta manera a otro tipo de llave, y obligándonos a colaborar en la "limpieza" del castillo.

 


Caratula

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