Una promesa hecha realidad.
He de reconocer que cuando supe de la campaña de Kickstarter que iniciaron Ron Gilbert y Gary Winnick, no confié en que su proyecto alcanzase las cotas de calidad necesarias para evitar mi decepción. Fue una sorpresa enterarse de que habÃan duplicado la recaudación mÃnima (más de 625.000$ de 375.000$ que pedÃan) pero, aun asÃ, mi escepticismo prosiguió hasta dÃa de hoy. Pues bien, tras acabar el juego en unas 15 horas, os traigo unas breves impresiones (libres de spoilers) con las que espero redimirme por haber dudado un solo segundo de él.
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Un clásico moderno Como podréis ver en las capturas, Thimbleweed Park (TP a partir de ahora) es un juego sincero desde el primer momento. Cuenta con un aspecto visual que imita el de las aventuras graficas de los 90 como Monkey Island, Maniac Mansion; adoptando las proporciones faciales de este último. Su música y efectos no quedan atrás, con melodÃas tan simples como pegadizas. Tampoco podÃa faltar el menú de verbos, idéntico a los de sus originarios, y la jugabilidad clásica basada en el point & click. Hasta aquÃ, nada fuera de lo prometido por sus creadores y solicitado con devoción por los fans. Sin embargo, y pese a la gran carga nostálgica que su presentación puede suscitar, el alma del juego se encuentra en los personajes y los disparatados diálogos con los que nos premian. Los conductores de una genial historia Cerca de 80 personajes, la mayorÃa doblados por actores, y con decenas, incluso cientos de lÃneas de diálogos cargados de declaraciones, chistes y anécdotas que nos mantendrán con ganas de más a pesar de su arcaico formato. A través de ellos lograremos avanzar por una historia llena de guillos a los clásicos, algunos enormemente descarados, y referencias que todos los fans sabrán apreciar. Una historia larga pero sencilla al mismo tiempo que alcanza cotas de genialidad en su recta final.
De entre todos, controlaremos a un grupo de protagonistas, pudiendo saltar entre ellos casi en cualquier momento, y aprovechando la ventaja de estar en sitios distintos en un mismo momento o sencillamente poseer personalidades y maneras de relacionarse distintas. Pese a que los dos primeros son un calco idéntico entre sà (supongo que por simplificar la variedad de diálogos inicial), el resto suponen acercamientos muy distintos a los diálogos e interacciones con otros personajes y pruebas.