Dragon Age: Origins

El amor y el sexo tienen un especial protagonismo en DAO con la inclusión de una barra de afinidad con los personajes, con la que se valora la cercanía de nuestro protagonista a cada uno de los integrantes del grupo. Un valor elevado puede desencadenar una relación amorosa y culminar con un revolcón entre ambos, con su correspondiente cinemática subida de tono elegantemente tratada para no ofender al espectador. Como ya ocurría con el primer Mass Effect, la homosexualidad no solo está permitida, sino que se premia de igual manera que las actividades heterosexuales que desbloquean un logro tras su realización. Toda una muestra de tolerancia que consideramos digna de elogio. El lado opuesto, el odio, surgirá si descuidamos una valor bajo en la afinidad con otros compañeros y que puede desencadenar una deserción por su parte o incluso un enfrentamiento y la inevitable muerte del que antes era nuestro colega de armas.

El grado de entendimiento con el punto de vista de cada sujeto provoca un inevitable descenso o incremento de la puntuación de amistad tras nuestras conversaciones, siendo lógica la incompatibilidad ética entre polos tan opuestos como el bien y el mal que se ha tenido en cuenta con la inclusión de una pequeña trampa: los regalos. Estos obsequios que ofreceremos a nuestros seguidores mejoraran la relación añadiendo unos puntos a la famosa barra y permitiendo convivir en limitada, pero creíble, armonía a seres tan moralmente distantes, alegando una motivación por intereses puramente materiales.

Mecánica

Los que conozcáis las aventuras medievales de Bioware os sentiréis muy cómodos con el sistema de juego de DAO puesto que nada ha cambiado en esencia y donde crearemos a nuestro personaje principal siguiendo un método muy similar al famoso D20 de Dungeons & Dragons, donde repartiremos una serie de puntos entre las características físicas y mentales que deben ir en consecuencia con la clase del protagonista. Como todo buen juego de rol, ganaremos puntos de experiencia (PX) con determinadas acciones como derrotar enemigos, robar y abrir cerraduras entre otros. Con dichos puntos incrementaremos la barra de nivel que al llenarse nos permitirá mejorar las propiedades del sujeto y acceder a nuevas habilidades, las cuales estarán disponibles siempre y cuando cumplamos unos requisitos relacionados con el nivel y las características a las que están ligadas.

Dispondremos de una clase básica, guerrero, mago y pícaro, que posteriormente podremos complementar con especializaciones, como berserker, campeón, segador y templario para el guerrero; guerrero arcano, mago de sangre, cambiaformas y espíritu sanador para el mago; y por último, asesino, bardo, duelista y explorador para el pícaro. Acceder a dichas mejoras requerirá convencer previamente necesario a un personaje que las conozca y haga las veces de maestro. Las posibilidades de personalización son muy amplias y a pesar de la rigidez inicial de su clase, con la adquisición de cada mejora daremos un paso adelante hacia la adaptación de todos y cada uno de los protagonistas, teniendo siempre en cuenta las limitaciones físicas y mentales de cada uno para desempeñar tareas con las que no están familiarizados. de tal manera que podríamos convertir un pícaro en el típico ladrón vacía-bolsillos así como en un asesino en la sombra, obtener una especie de guerrero mata-magos, con grandes dotes estratégicas como un sanguinario bárbaro desmembrador de enemigos, y en el caso del mago las posibilidades van desde el curandero al que no le sobran los amigos hasta el que viste armadura y espada y emplea sus artes arcanas para mejorar su maestría en combate cuerpo a cuerpo.

Una vez entremos en acción, se nos plantea un sistema de juego en el que tomaremos control directamente sobre uno de los personajes mientras el resto nos siguen de cerca y podremos alternar su manejo como nos plazca, permitiéndonos acceder a las habilidades de todos ellos en los momentos oportunos y perfilando un componente estratégico realmente atractivo. El movimiento del grupo de aventureros se realiza con el ratón, empleando el clásico "click and go" mientras que en consola se lleva a cabo de un modo mas arcade, eligiendo la dirección de nuestro héroe principal, en tiempo real, como respuesta directa a nuestro stick analógico.

En la versión para compatibles dispondremos de los clásicos botones rápidos para acceder a las habilidades, modos de estado y uso de objetos, mientras que en consolas tendremos que pulsar un botón que despliega una rueda con todas nuestras posibilidades perfectamente clasificadas. Si hay algo que se echa en falta de la versión de PC es la opción de pausar la acción presionando la barra espaciadora. En PS3 y Xbox 360 será necesario desplegar la rueda para congelar el tiempo y así disponer de un momento de tranquilidad con el cual pensar nuestras acciones. Otra diferencia sustancial entre versiones es la cámara aérea que solo podrán disfrutar los usuarios de sistemas Windows, puesto que esta vista está enfocada a una jugabilidad de ratón y teclado, y a pesar de ser la más adecuada a nivel estratégico por permitir un más amplio rango de visión, ha sido compensada en consolas por un menor número de enemigos, facilitando su localización pero incrementando su dificultad.

El menú flotante que podemos desplegar durante el juego, contiene información de las misiones, el mapa de la zona, las características de nuestros personajes, el didáctico "Códice" que hace las veces de diccionario terminológico y el inventario común con el que, sin duda, tendremos constante contacto. En esta ocasión, el lugar en el que guardaremos todos los objetos, armas, armaduras y demás enseres que encontraremos, se encuentra compartido entre todos los miembros del grupo, de tal manera que podemos comparar fácilmente las pertenencias de cada uno e intercambiarlas y para facilitar la ordenación de todos ellos se ha incluido un utilísimo contenedor de chatarra en el que podremos relegar el equipo que no consideremos apto y venderlo todo de golpe al comerciante mas cercano.