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Ad Libitum…
La historia de Tales of the World nos presenta un mundo sumido en el caos; una despiadada criatura, conocida como Devastador, ha llegado a Terresia con el único objetivo de engullir el mana del planeta y acabar con su existencia. Debilitado, el gran Árbol de Maná-responsable de todas las fuerzas del mundo-engendra a un paladín para hacer frente a la creciente amenaza. El protector es nada más y nada menos que nuestro personaje, que será asistido en todo momento por una pequeña criatura-Mormo- que cumplió la misma función que nuestro héroe en su planeta natal, pero fracasó.
En la fase inicial del argumento, llegaremos a Ailily, un lugar gobernado por Ganser, un dictador terriblemente desagradable. Así las cosas, descubriremos la existencia de una organización-Ad Libitum- dirigida por un buen número de miembros de la resistencia (curiosamente son viejos conocidos de otros "Tales of") que se encargan de ayudar a los pobres pueblerinos. Nuestro objetivo inicial será, ante todo, ingresar en dicha entidad, pero para ello deberemos cumplir una serie de tareas como prueba de nuestras intenciones y habilidades.
El guión no es precisamente lo más original del mundo, tampoco cuenta con una narración destacable, toda la historia fluye a través de conversaciones y más conversaciones entre personajes, pero no hablamos de diálogos con sus correspondientes escenas pre-generadas por ordenador o, a lo sumo, hechas con el motor del juego. Hacemos referencia a conversaciones en las que únicamente aparecen los rostros de los hablantes y el texto en mitad de la pantalla. Por lo tanto, sin acompañamiento visual, queda una sensación amarga. Por si eso no fuera poco, el juego está íntegramente en inglés, cosa que desgraciadamente a estas alturas ya no sorprende, puesto que muchos de los RPG´s comercializados en Europa para este sistema han llegado de este modo. Eso no quita que las compañías deban hacer un esfuerzo por localizar los juegos, y más en títulos como este, donde entender los diálogos es necesario para poder disfrutarlo. En cualquier caso el inglés utilizado no es demasiado complejo.
GRÁFICOS Y SONIDO
En materia gráfica Namco ha realizado una labor aceptable. Como viene siendo normal en su popular saga de rol, los desarrolladores han optado por diseños con una marcada estética manga/anime, más al estilo de personajes con formas deformadas. Cabe destacar que se ha prescindido de la técnica del Cell Shading, que ya usaron en Tales of Symphonia, para volver a las tres dimensiones convencionales- por decirlo de algún modo-. Los modelados de los personajes sobresalen por encima de todo, están bien trabajados, gozan de buen número de polígonos y- en el caso del personaje principal- puede personalizarse con nuevas ropas y armas, con el consiguiente cambio físico. Las animaciones por su parte son muy fluidas, sobre todo en los combates, sin tosquedades de ningún tipo, claro que tampoco se han realizado excesivas escenas con el motor gráfico en las que se puedan apreciar otras animaciones diferentes a las de correr-no se puede andar, añadimos-, lanzar hechizos o pegar el golpe con el arma de turno.
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