|
Lo que más conseguido está es sin duda alguna la sensación de velocidad. Todo el escenario menos tu vehículo se distorsiona sutilmente. Se desenfoca, el mando empieza a vibrar y la pantalla a temblar cuando alcanzamos velocidades vertiginosas. La primera vez que juegas, piensas que es cosa de los gráficos, que son muy malos, pero si detienes el coche, todo vuelve a la normalidad y a la nitidez. Impresionante.
La otra opción que hace al juego más espectacular aún, es la posibilidad de pausar el juego cuando queramos, ya sea en un choque, estando el coche en el aire o cuando sea, y mover el stick derecho para rotar la cámara a nuestro antojo. Incluso podemos hacer zoom para observar nuestro coche desde cualquier ángulo. Si lo hacemos cuando se produce un choque contra otro coche, ambos sueltan restos de pintura y de trocitos de carrocería con el color de los coches implicados en el impacto, y es digno de ver el realismo de estos “accidentes”. Lo malo es que sólo se deforman los coches que compiten. Los civiles se quedan tal cual. Pero es una opción interesante esa de poder mover la cámara cuando uno quiera. En el caso de las motos, cuando chocas, el conductor sale disparado [ya decía yo que faltaba el toque “Rockstar”]. Físicamente estaría muerto, pero la pantalla se funde y comienzas de nuevo, al igual que si chocas contra una gasolinera. Esas dos opciones son las únicas en las que no puedes pausar para ver la explosión o el impacto del piloto contra el suelo o contra un edificio.
En resumen, gráficamente el juego no llega a la calidad de otros juegos de conducción, pero es muy espectacular, tanto, que llega a sorprender de la infinidad de detalles que tiene.
Sonido
Digamos que la base del sonido del juego está en la banda sonora. Continuamente están sonando canciones, generalmente música negra [sin discriminar a nadie], estilo funk y alguna que otra pop. Pegadizas y muy marchosas. ¿Qué cuántas canciones hay? Con la cruceta se puede ir pasando las canciones, y os puedo asegurar que estuve 15 minutos para dar la vuelta a la lista. Puede haber fácilmente… cientos de canciones. Muchísimas, de muchísimos grupos distintos.
Con respecto al sonido del juego… bueno, no está mal. No pasa de “correcto”, con sus respectivos sonidos de choque [siempre los mismos], frenado y aceleración. El sonido del motor no está muy realista que digamos y… poco más.
El control
Para ser un juego de conducción, el control es bastante interesante.
Por un lado tenemos lo típico. Acelerar y frenar. Ahora, ¿Recordais el “nitro” de Need For Speed? Aquí no existe tal cual. Aquí tenemos el “turbo”. Es la posibilidad de salir disparado, aprovechando el “rebufo”. Para los que no sepan lo que es, el “rebufo” es la ausencia de aire que queda detrás de un coche cuando éste está corriendo. En las carreras, los coches se colocan detrás del que va delante [lógicamente] para no tener viento en contra, y así poder realizar un adelantamiento. Pues bien, en este juego se aprovecha ese instante, y cuando la barra se cargue, pulsamos R2 y el coche sale disparado como si fuera un cohete, casi imposible de dirigir, pero que en una recta larga puede decidir la carrera. Esa barra sólo aparece cuando aprovechamos el rebufo, no contamos con ella desde el principio, lo que hace que las carreras sean más técnicas de lo esperado, ya que los demás coches también lo hacen cuando están detrás del tuyo.
La otra opción especial, es quizás la más… “imaginaria”. Personalmente no me gusta, es demasiado irreal. Se trata de pulsar L3 cuando veas que se te pasa la curva que debiste haber cogido. La cámara se vuelve lenta, como si fuera “efecto matrix”, y puedes girar el coche en la dirección que quieras, y cuando termina el “efecto matrix”, continuas la carrera como si nada, pero con la dirección corregida. Muy útil, ya que a veces ves cómo un camión se cruza en tu camino y antes de chocarte, prefieres corregir la trayectoria e ir por otro camino.
|
|
|
